
El escándalo protagonizado este jueves en Barcelona por el golpista fugado Carles Puigdemont y los Mossos d'Escuadra ha dado la vuelta al mundo. "¿Cómo es posible que se haya escapado?" se pregunta todavía hoy mucha gente. La noticia dio la vuelta al mundo. Medios internacionales han tratado el evento con sopresa. El fugado de la justicia, apareció el lado del Parlamento catalán, llegó tranquilamente andando por la calle, dio un mitin controlado por la policía autonómica, los Mossos, y después, se esfumó.
Los propios Mossos en un absurdo intento de explicar lo sucedido, han confesado que lo que tenían pactado era otra cosa. Además, han puesto como excusa que Puigdemont estaba rodeado de autoridades y de una masa de gente.
Unas explicaciones, las de los Mossos, que alimentan la tesis ampliamente comentada estos días de que realmente existía un pacto con Puigdemont para dejarle hacer el mitin y detenerle, o no, después.
Pues bien, ya sea el Ministerio del Interior, o los propios Mossos de d'Esquadra, van a tener que dar explicaciones. Así lo ha decretado el Juez Llarena, quien ha emitido este mismo viernes una providencia para pedir explicaciones: "Ofíciese al Cuerpo de Mossos d'Esquadra para que informe sobre cuál era el operativo aprobado y dispuesto para su detención; sobre los elementos que determinaron su fracaso desde un aspecto técnico policial; así como de los agentes responsables del diseño del operativo, de los responsables de su aprobación, y de aquellos a los que se encomendó su ejecución o despliegue operativo".
En la propia prividencia, Llarena aclara que esta providencia viene provocada tras "haber tenido conocimiento de que el procesado en rebeldía, Carles Puigdemont i Casamajó, estuvo presente en el día de ayer en la ciudad de Barcelona y que protagonizó un acto público en las inmediaciones del parlament de Cataluña habiendo logrado evadirse a su terminación y eludir la orden de detención emitida contra él".


