José María Lomas, conocido como el "anciano justiciero", ha sido condenado, finalmente, a nueve meses de prisión por matar al intruso que irrumpió en su vivienda en la madrugada del 1 de agosto de 2021. Esto supone una rebaja de la pena de años de cárcel que le impuso inicialmente el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. La nueva sentencia reduce también las indemnizaciones que Lomas deberá pagar a los familiares de la víctima, que han pasado de 153.000 euros a sólo 52.000.
El proceso judicial que culminó en abril de 2024 concluyó con la declaración de culpabilidad de Lomas por homicidio con dolo eventual y una condena de 6 años de prisión. Sin embargo, el Tribunal Superior ha revisado la sentencia, considerando que el acusado actuó parcialmente en defensa propia, aunque de forma desproporcionada (al realizar dos disparos con su escopeta). En su dictamen, el alto tribunal aplica la atenuante de confesión de Lomas y la influencia de un trastorno mental en su actuación, lo que ha contribuido a la reducción de la pena.
En el juicio, el acusado explicó que disparó sin intención de matar porque ‘’estaba francamente asustado’’. Él mismo llamó a emergencias y a la policía tras el incidente. La víctima, Nelson Ramírez Carrasco, de 35 años y nacionalidad hondureña, tenía antecedentes policiales y judiciales por robo con fuerza en viviendas de la zona. En su expediente contaban 35 detenciones por este motivo. Sin embargo, la familia de la víctima alegaba que Nelson se encontraría por las inmediaciones del domicilio en busca de un sitio donde refugiarse durante la noche.
De 6 años a 9 meses
La sentencia definitiva establece que Lomas deberá cumplir nueve meses y cuatro días de prisión, y confirma que la defensa que esgrimió fue improcedente, dado que disparó a la víctima sin medir las consecuencias. La decisión del TSJ no es firme y permite recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Inicialmente, Lomas había sido condenado a 12 años de prisión, aunque en el juicio defendió que no era responsable de la muerte y sugirió que alguien más había colocado el cadáver en su propiedad. El tribunal finalmente consideró sus argumentos, dictando una pena notablemente menor debido a las circunstancias atenuantes, entre ellas la falta de intención clara de causar daño.
El periodista Alfonso Egea, en el programa En casa de Herrero de esRadio, expone: ‘’Se llevó a cabo lo que el tribunal considera un error vencible. José podría haber hecho algo más antes de apretar el gatillo’’. Pero el acusado no lo hizo. ‘’La sentencia que le condena a nueve meses lo dice bien claro: podría haber gritado, haber advertido… Pepe no advirtió, sino disparó’’, concluye Egea.
Los hechos
El incidente tuvo lugar en una finca a las afueras de Ciudad Real, en la carretera de la Atalaya, donde Lomas, de 78 años, disparó contra un hombre que había irrumpido en su propiedad. Según informes policiales, el fallecido había robado una furgoneta horas antes y estaba a la espera de juicio por un presunto intento de homicidio contra un ciclista, al que había atropellado tras un altercado.
Lomas expuso que aquella noche no oyó ningún ruido en la casa, aunque se despertó sobresaltado. Al salir de su vivienda, que había tapiado para prevenir robos, se percató de que su sistema de riego estaba destruido, algo que le alarmó. En lugar de llamar a la policía, decidió armarse con una escopeta de caza que guardaba cargada junto a su cama.
Relató ante el tribunal que, en la penumbra, vio lo que le pareció un bulto sospechoso junto a una motosierra, a unos diez metros de distancia. Sin sospechar que se trataba de una persona, efectuó tres disparos. Al no haber reacción del "bulto", fue cuando Lomas se comunicó con la Guardia Civil y la Policía Nacional. ‘’Yo no tenía intención de matar a nadie, estaba francamente asustado’’, declaraba José en el juicio.
En una entrevista para el programa Vamos a ver de Telecinco, José denunciaba que en 40 años había puesto entre 30 y 40 denuncias. ‘’Me aburrí de denunciar porque el problema no se solucionaba, en el 2000 cambié puertas y ventanas’’. El mismo día de los hechos, ya estaba sobre aviso porque esa misma tarde entraron en su parcela.