Las exmonjas clarisas que continúan en el Monasterio de Nuestra Señora de Bretonera en Burgos han decidido "volver al chocolate", el negocio que tantas alegrías les dio en el pasado. Al menos, aparentemente. Sus deliciosas trufas conquistaron a los paladares más exigentes en la feria gastronómica de Madrid Fusión. Aunque, a raíz del cisma, supimos que esta actividad no era tan rentable como se esperaba. Las cuentas del convento estaban tiritando, apenas acumulaban 6.000 euros.
Precisamente este miércoles se cumplen seis meses de la publicación del "manifiesto católico" de las religiosas rebeldes, en el que anunciaban su ruptura con Roma y su adhesión a las filas de una organización considerada una secta por el Vaticano (la Pía Unión de San Pablo Apóstol, liderada por el falso obispo Pablo de Rojas), que derivó -el pasado 22 de junio- en la excomunión y expulsión de la vida consagrada de las diez clarisas rebeldes, tras comprobar que no querían dar marcha atrás a sus intenciones cismáticas.
Desde entonces, como hemos argumentado en artículos anteriores, el cenobio se ha convertido en la casa de los líos. La búsqueda de un nuevo guía espiritual para la comunidad, tras la expulsión de los miembros de la Pía Unión, ha dejado imágenes como la del líder de la Sociedad de San José -el brasileño Rodrigo Da Silva- y su séquito ante las rejas que separan a las exmonjas de clausura del mundo exterior, con ellas posando tras todos ellos. Eso sí, con dos cismáticas menos, que han decidido abandonar al grupo.
Campaña de imagen
Ahora intentan amortiguar el golpe de las deserciones, las actividades irregulares y el despilfarro de la exabadesa (Laura García de Viedma, antes sor Isabel de la Trinidad) en la imagen de las hermanas rebeldes. Estamos asistiendo a un auténtico relanzamiento de la reputación de las de Belorado. Tras la campaña está el periodista Francisco Canals, al que contrataron hace unas semanas. Un experto en la materia, según explica en su web. Si echamos un vistazo al perfil de las exmonjas en Instagram (@tehagoluz), veremos que la actividad del mismo ha aumentado considerablemente.
Encontramos hasta tres publicaciones en el muro en tan sólo 24 horas. La primera de ellas es un comunicado -con fecha del 11 de noviembre- en el que contestan al emitido por el comisario pontificio y su equipo -el pasado día 5-, en el que se afirma que sus cuentas son deficitarias (gastan 13.000 euros más de lo que ingresan) y desarrollan actividades que podríamos tachar de irregulares, ya que no informan a la comisión gestora a pesar de estar relacionadas con el monasterio. Ya en este post, en el que una voz en off (sobre una imagen fija de su capilla) arremete contra el comisario pontificio (al que acusa de arruinarlas), se anuncia que las rebeldes han decidido retomar su actividad repostera.
Regresan al chocolate
La marca de la nueva línea de bombones se llama ‘RqueR’ y ofrecerá -intentaran que dentro de dos semanas- "gotas extrafinas de chocolate de diferentes sabores para la Navidad". "Un producto con el que desean materializar su resistencia ante las numerosas deudas provocadas por esta situación irregular y de asfixia", detalla la voz en off.
En el segundo video, en el que aparece una de las cismáticas, agradecen el apoyo que han recibido tras doce horas del anuncio de su vuelta al chocolate. Algo que decidieron hacer -explica- porque "el pueblo nos lo pedía". Para ellas supone "un resurgir", señala la exreligiosa. De ahí el nombre de la línea.
Parece ser, por lo que deja caer la interlocutora en las imágenes, incluirá también ropa y otros productos de merchandising con el logo de la marca ‘RqueR’, que significaría "resiliencia, resistencia y resurgir". Aunque también, en el caso del chocolate, será "rico" y un "reto" para estas "mujeres adaptadas a los nuevos tiempos", añade Canals en la tercera de las publicaciones.