Mientras dentro de Ferraz se confirmaban los nombres de la nueva Ejecutiva tras la salida de Santos Cerdán, y unas acusaciones de acoso sexual reventaban en parte los anuncios, fuera una exigua concentración lanzaba gritos de ánimo a Pedro Sánchez en el que es su peor momento político.
Un grupo de mujeres, muchas jubiladas, y hombres también de avanzada edad se congregaron a las puertas de la sede socialista, algunos vestidos del rojo del partido y otros armados con pancartas en los que se podía leer "Pedro Sánchez, te queremos".
Los simpatizantes del sanchismo coreaban entre otras cosas "Pedro, aguanta", y gritaban cada vez que pasaban autobuses de la organización Hazte Oír con el rostro del presidente y la palabra "corrupto".
También protestaron sonoramente cuando uno de los pocos díscolos, Emiliano García-Page, llegó a Ferraz e hizo declaraciones a la prensa. Los manifestantes gritaron "fuera, fuera" e incluso le llamaron "sinvergüenza", "traidor" y "facha".
Los forofos de Sánchez también portaban banderas del PSOE, LGTBi y alguna bandera de España. También había carteles en defensa de las pensiones, la educación y la sanidad.