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De Prada tumba la estrategia de los Pujol y rechaza anular la causa

Desfile telemático como testigos de la exsecretaria de Jordi Pujol Ferrusola, su hija mayor y el empresario que le vendió una casa en Pedralbes.

Desfile telemático como testigos de la exsecretaria de Jordi Pujol Ferrusola, su hija mayor y el empresario que le vendió una casa en Pedralbes.
Sala de periodistas para seguir el juicio al expresidente de la generalitat, Jordi Pujol, a través de una pantalla en la Audiencia Nacional. | EFE

El tribunal que juzga en la Audiencia Nacional a Jordi Pujol, sus siete hijos y una decena de empresarios ha rechazado todas las cuestiones previas de las defensas. Era previsible. De entrada, los letrados señalaban que la Audiencia Nacional no era competente, que se había llevado a cabo una investigación prospectiva, que los supuestos delitos y fraudes habían prescrito y que muchas de las pruebas se habían obtenido de forma ilícita. El presidente de la sala, José Ricardo de Prada, ha aplicado la misma plantilla a todas las peticiones. El tribunal se pronunciará sobre todas esas cuestiones previas en la sentencia.

Eso sí, se admite como testigos a los expolicías Eugenio Pino, José Manuel Villarejo, Bonifacio Díez, Celestino Barroso y Marcelino Martín-Blas, quienes según las defensas formaban parte de una conspiración policial para imputar a los Pujol por razones políticas. De este modo, la supuesta "Operación Cataluña" formará parte del juicio, aunque el magistrado De Prada ha advertido a los letrados que tendrán que ajustar las preguntas al caso Pujol y que no permitirá que se abra una especie de causa paralela. Al respecto, ha rechazado pedir al Gobierno la desclasificación de documentos policiales o reclamar comisiones rogatorias a Andorra. Esa vía ha quedado cerrada en el caso de los Pujol.

Un hombre de negocios internacional

Resuelto el trámite, ha comenzado el desfile de testigos. En concreto, la secretaria de Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del expresidente de la Generalidad, Cristina Isabel de Francisco Cotorruelo, quien se ha conducido durante los interrogatorios como una eficaz administrativa que se limitaba a cumplir con lo que le ordenaban. Su testimonio ha servido para trazar la pincelada de un hombre de negocios internacional, su jefe, el hijo mayor de los Pujol Ferrusola. Viajes a México, Argentina, Estados Unidos, entre otros países; pelotazos del orden de 200.000 euros por gestiones, negociaciones y maniobras; cobros a diferentes constructoras por los mismos conceptos y una participación relativa de su entonces esposa, Mercè Gironès, en los negocios. La señora acudía de manera ocasional ("puntual" según la exsecretaria) al despacho, siempre llamaba antes de entrar y no daba instrucciones. Eso sí, algunas de las firmas utilizadas por JPF también estaban a nombre de su mujer.

El piso de la hija mayor

La siguiente en comparecer ha sido Núria Pujol Gironès, la beneficiaria de un estupendo piso en la calle Ganduxer, en la zona alta de Barcelona, fruto de una donación de su padre de medio millón de euros para que fuera ella quien lo pagara unos días antes de la confesión de su abuelo, es decir, de Jordi Pujol padre, en julio de 2014. La fiscalía y la abogacía del Estado deben apreciar un alzamiento de bienes de manual en la maniobra. Según Núria Pujol Gironès, tanto la donación como la adquisición del inmueble formaban parte de los acuerdos del tormentoso divorcio de sus padres. Ella no sabía nada, era muy joven, ignoraba a qué se dedicaba su padre, salvo al genérico "sus negocios" y en cuanto a la colección de coches deportivos, ha afirmado que su padre los compraba a buen precio porque lo que le gustaba era restaurarlos. En cuanto al papel de su madre en la operativa comercial de la familia, ha afirmado que solo había estudiado un año de derecho y que se dedicaba a cuidar de la familia.

Los suministros, a su nombre

El tercer y último testigo del día ha sido el empresario que le vendió a Jordi Pujol Ferrusola una casa de dos plantas en Pedralbes en el año 2003. José Luis Perelló Molné se acaba de divorciar y puso su chalet en venta. Y fue Carlos Tusquets, el economista, empresario, exdirectivo del Barça y vecino del "barrio" quien le puso en contacto con Jordi Pujol Ferrusola. El inmueble se vendió por 2.400.000 euros pagados al contado a través de un talón. Ninguna queja por parte del señor Perelló, salvo que los recibos de IBI, vado, basura y los suministros le llegaban a él unos años después de haber vendido la casa aunque no supo concretar si fueron cinco, cuatro o tres años. Perelló remitía las facturas al despacho de JPF y nunca tuvo noticia de que no se pagaran. No dijo nada porque su abogado le dijo que ese detalle no tenía importancia.

Más sugerente resulta el dato de que según un oficio el importe pagado por Jordi Pujol Ferrusola por el chalet de dos plantas en el "barrio" de Pedralbes, del selecto distrito de Sarriá-San Gervasio, no fue de 2.400.000 sino de poco más de 21.000. El letrado de JPF, Cristóbal Martell, atribuye el asunto a un error de transcripción y el testigo ha señalado que él cobró los más de dos millones y que recuerda que el notario de la operación se apellidaba Español.

"Feliz Navidad"

Visto el arranque, el juicio promete, pero no se reanudará hasta el próximo 12 de enero. De modo y efecto que el juez De Prada se ha despedido de los presentes con un "feliz Navidad". En la sala, además de los abogados estaban presentes Jordi Pujol Ferrusola, Marta Pujol Ferrusola, Oriol Pujol Ferrusola y Pere Pujol Ferrusola. No así los demás miembros de la familia.

Illa, otra vez con Pujol

Al margen del juicio, el presidente de la Generalidad, Salvador Illa, volvió a reunirse con Jordi Pujol el pasado viernes, nada más regresar de su viaje a México, para interesarse por el estado de salud del expresidente catalán, según informa Crónica Global. Illa siempre ha demostrado el máximo respeto institucional por Pujol, pese a su expediente judicial.

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