
El caso Salazar ha puesto de manifiesto la hipocresía del PSOE a la hora de tratar el acoso sexual a las mujeres cuando este se produce en el seno de su partido y, además, lo practica alguien muy próximo al líder de la organización, Pedro Sánchez.
El hecho es que desde que saltó el escándalo en el Comité Federal del partido en el mes de julio, el PSOE no solo no hizo nada para investigar el caso y proteger a las denunciantes, sino que intentó esconderlo, desacreditar a las acosadas y ayudar al acosador, buscándole una salida laboral, bien mediante contactos en embajadas, como desveló La Sexta, bien mediante asesorías a miembros del partido a través de una consultoría, negadas posteriormente, como ha sido el caso de Salvador Illa. Es más: siguió manteniendo contacto con miembros relevantes del PSOE y del Gobierno, como es el caso de Pilar Alegría, a la que Artículo 14 fotografió teniendo un encuentro reciente en un restaurante de Madrid.
Este viernes eldiario.es publica el informe del PSOE sobre el caso, y una de las conclusiones más llamativas es que el partido, aunque considera que los testimonios de un presunto acoso sexual son "verosímiles", les resta trascendencia y los califica simplemente de "falta prevista en el 86.i de los Estatutos Federales del PSOE, contraria al Código Ético y de Conducta".
Pero lo más grave para aquellos que consideran que la palabra de la mujer no necesita ser probada, para todos aquellos que se han cargado la presunción de inocencia del hombre, es el siguiente párrafo del informe: "Este órgano no puede considerar acreditada la total entidad de estos hechos, en particular, la gravedad real de los mismos ni todos sus extremos, por no disponer este órgano de los medios técnicos ni legales necesarios para una adecuada comprobación de los mismos". Efectivamente: es la palabra de las que denuncian el acoso de Paco Salazar contra la del acosador. Y es lógico que el partido no pueda comprobar adecuadamente los hechos, pero la izquierda lleva años defendiendo el "hermana, yo sí te creo" y despreciando la presunción de inocencia del hombre. En este caso, ese "hermana, yo sí te creo" parece que no se aplica con la misma contundencia que se aplicaría si el caso afectase al Partido Popular o a Vox, por poner un ejemplo.
Además, para justificar la desidia en la investigación que no acometieron durante meses, el PSOE alega en su informe que fue incapaz de concertar una cita con Salazar por sus continuos viajes fuera de España, lo que no impidió que, como ya hemos señalado, se viese con la ministra Pilar Alegría en un restaurante de Madrid.
