La iniciativa surgió de Esquerra Republicana de Cataluña y se votará esta tarde en el pleno del Congreso. Una proposición no de ley que pide transferir a las comunidades autónomas las competencias para convocar un referéndum y que deje de ser, conforme al artículo 150.2 de la Constitución, competencia exclusiva del Estado. La propuesta no es más que la idea ya anunciada por el secretario general del PSC, Pere Navarro, cuyo compromiso es el de elevar al Parlamento catalán la decisión de convocar un referéndum que después traerán sus diputados a la Cámara Baja.
Sin embargo, y tras un "intenso debate" en la reunión del grupo parlamentario de este martes, la dirección del grupo presidido por Alfredo Pérez Rubalcaba impuso hoy a sus parlamentarios catalanes que el sentido de voto será el voto negativo, lo que se traduce en que el PSC, que votó a favor en Cataluña de la ley de consultas, se tendrá que enmendar a sí mismo.
La disciplina de voto despertó enfado entre los parlamentarios catalanes que, sin embargo, adelantaron que "nos vamos a portar bien". Fuentes de la formación adelantaron que, si bien no es su posición ideológica, "vamos a respetar la disciplina de voto" habida cuenta de que el horno no está para bollos. No obstante, su portavoz parlamentaria no las tiene todas consigo. Preguntada hasta en siete ocasiones por la cuestión, Soraya Rodríguez dijo: "en fin, tan segura como en otras votaciones. En principio, normalidad en las votaciones y en la decisión y ehhhh, espero a la votación".
La portavoz explicó que su grupo no puede apoyar la iniciativa porque va contra el orden constitucional, pues "la convocatoria de un referéndum es competencia exclusiva del Estado", pero no quiso entrar "en futuribles" sobre si, en el caso de que algún diputado del PSC rompa la disciplina de voto, será sancionado conforme al reglamento. Lo único que añadió es que "siempre hay debate en las reuniones de grupo... hemos debatido, se ha fijado la posición y... eso es lo que hay". Lentejas para un PSC que, de momento, no se ha rebelado contra su dirección, pues ninguno le ha comunicado a la portavoz que vayan a apoyar la iniciativa de ERC, según respondió Soraya Rodríguez. El ingente número de preguntas provocó el enfado de la portavoz al final de una rueda de prensa en la que todas las preguntas versaron sobre esta cuestión: "Por favor, ya está bien", dijo.
El "misterio" de ERC y PSC
El portavoz de ERC, Alfred Bosch, integrada en el grupo Mixto, anunció hoy que su grupo ha abierto "todas las vías de diálogo con todas las formaciones políticas". Bosch quiso meter el dedo en la llaga socialista al decir que la posición de voto de otras formaciones "no está cerrado" y que uno de los "grandes interrogantes es que hará el PSC". "Yo se que lo están estudiando, es lo único que me consta pero es un misterio lo que van a votar".
Ocultismo entre los catalanes
No obstante, la ambigüedad no ha sido la tónica dominante sólo en el PSC. Todos los grupos catalanes, o con filiales hermanas en Cataluña, mostraron sus recelos a la hora de hacer público su voto, unos por cuestiones "formales"; y otros por cuestiones de estrategia. Es el caso de CIU, cuyo portavoz Pere Macías aseguró que "no se puede ocultar que va en la línea con el deseo de que en Cataluña se puedan celebrar aquellas consultas que reiteradamente en estos momentos han sido puestas encima de la mesa". Y añadió con una sonrisa hacia los periodistas: "No os quiero adelantar el sentido final pero yo creo que os lo podéis imaginar".
Desde IU, su portavoz José Luis Centella tampoco quiso aventurar su voto porque "sería mal portavoz de grupo si adelantara lo que vamos a decidir porque lo decidimos a la hora de comer". En rueda de prensa junto al portavoz adjunto del grupo y diputado de ICV, Joan Coscubiela, éste añadió: "A ninguno de ustedes profesionales de la comunicación se les habrá escapado que si he hecho una intervención tan nítida al lado de José Luis Centella es porque él y yo habremos hablado...". Su nitidez consistió en la afirmación de que "en términos constitucionales no puede ser rechazada" la iniciativa de ERC, a pesar de que ésta propone una reforma de la Constitución.
Un tema en el que sí incidió Rosa Díez, quien avanzó un voto negativo porque requeriría una reforma de la Constitución: "pretende rebajar la calidad de la democracia y dividir los derechos de los españoles. No vamos a estar de acuerdo nunca en que una parte de los ciudadanos decidan por algo que nos afecta a todos".