
El Gobierno ha empezado a distribuir pulseras telemáticas a las víctimas de los violadores liberados gracias a la brecha en la ley del "sí es sí". Según la Delegada contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, el pasado mes de diciembre se dio la instrucción de que se atendiera en 24 horas la instalación de estos dispositivos que, hasta este momento, sólo se daban a víctimas de violencia doméstica y no sexual.
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha elogiado esta medida durante una entrevista en Telecinco. "Es verdad que las pulseras que vamos a ofrecer tienen una eficacia muy alta para evitar que haya nuevas comisiones de delito", ha terciado reconociendo implícitamente la peligrosidad de los violadores liberados. "Hay muchas que deberíamos poner", ha añadido mientras desglosaba las partidas del ministerio de Irene Montero. "La mayor partida de la historia contra la violencia de género", según el Gobierno.
Las pulseras llegan cuando más de 190 violadores se han beneficiado de las ventajas penitenciarias debido a la modificación en el Código Penal. Entre ellos, más de 13 que han quedado en libertad en los 50 días posteriores a la entrada en vigor de la norma impulsada por Irene Montero. Algunos de los que están en la calle tienen un historial de violaciones extenso. Por ejemplo, uno de los liberados en Madrid estuvo en la cárcel tras violar a su sobrina de sólo 4 años.
No cambiarán la ley
Pese a todo, el Gobierno se niega a modificar la ley del "sí es sí" y esperará a que la justicia unifique el criterio. "Es una ley que supone unos avances muy importantes con conductas que antes no tenían un reproche penal y ahora sí lo tienen", ha afirmado Bolaños que ha defendido que hay "periodos transitorios" al adaptar un Código Penal y en el que se producen "efectos indeseados" y "ajustes".
"Lo que necesitamos es que se unifique doctrina porque el Supremo necesita un caso para unificar criterio", ha añadido la mano derecha de Sánchez lanzando, una vez más, la pelota hacia el alto tribunal.

