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Sánchez ordena a los ministros socialistas rebajar el tono y no entrar en las provocaciones de Podemos

El presidente lleva dos semanas preparando a sus ministros para el choque con Podemos a cuenta del feminismo

El presidente lleva dos semanas preparando a sus ministros para el choque con Podemos a cuenta del feminismo
Los ministros socialistas posan en un selfie para celebrar el 8-M | EFE

Tras la colisión, control de daños. El choque de este martes en el Congreso de los Diputados, a cuenta de la Proposición de Ley del PSOE para tratar de "corregir" a futuro el "sólo sí es sí", entraba en las previsiones. Es cierto que a los socialistas les sorprendió la virulencia de la portavoz de Unidas Podemos, Lucía Muñoz, que les acusó de "traicionar" al feminismo y de unirse a "un puñado de fascistas". "Hay palabras que no son agradables de escuchar", afirmaba algún ministro.

En el sector socialista llevan varias semanas preparándose para unas turbulencias. Pedro Sánchez ya lo advirtió ante la Ejecutiva del PSOE de este pasado lunes y en los maitines que suele celebrar en la Moncloa con el núcleo duro del Gobierno y la cúpula del partido: venían días difíciles.

El presidente del Gobierno pidió a sus ministros que rebajasen el tono y que no entrasen en las provocaciones de sus socios. No se podía incrementar la escalada verbal "Hay que pasar página", afirman en el Gobierno donde creen que los choques entre PSOE y Unidas Podemos son "gajes del Gobierno de coalición"

Predicando con el ejemplo

Este miércoles, sólo unas horas después de las graves acusaciones cruzadas entre PSOE y Podemos, los ministros socialistas eludían entrar al cuerpo a cuerpo. "Yo voy a contribuir con mis declaraciones siempre a rebajar el tono", presumía la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Desde el núcleo duro del Gobierno, Félix Bolaños reconocía que "no fue el mejor debate de la historia de estas Cortes" pero se mostraba confiado en que "el clima mejorará" y que "queda Gobierno para rato".

Incluso desde el socio minoritario, Yolanda Díaz pedía que "todos debemos ser responsables". Quien no renunciaba a dar una puntada era la ministra de Igualdad, Irene Montero, que añadía que "lo que está en riesgo no es el Gobierno de coalición sino los derechos de las mujeres".

Unas declaraciones que se quedaban sin respuesta. En el PSOE evitan confrontar más a cuenta de la ley del "solo sí es sí". La excusa de este miércoles era que estábamos en el 8-M y que había que resaltar la agenda feminista del Ejecutivo. "El compromiso de este Gobierno es el de seguir trabajando para la igualdad efectiva y real de los hombres y mujeres", afirmaba Pedro Sánchez a la salida del hemiciclo.

Aislando a Montero

Se rebaja el tono verbal pero no en los gestos. Por primera vez en varios años, Pedro Sánchez rechazaba asistir al acto institucional por el 8-M del ministerio de Igualdad. En su lugar, Moncloa contraprogramaba a Irene Montero de forma apresurada un evento con "mujeres empresarias" pero sin señal institucional. Sólo un recibimiento en Moncloa sin cobertura. Algo que contrastaba con un Gobierno obsesionado con la estética de sus actos institucionales.

El malestar de los ministros del PSOE con Igualdad era patente en el selfie que 10 ministros socialistas subían con el presidente del Gobierno para celebrar el 8-M. En la instantánea todos posan sonrientes y sin Irene Montero. Tampoco había lugar para Yolanda Díaz o Ione Belarra. Sólo ministros socialistas. Reafirmación del orgullo socialista.

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