Consigna del PSOE y el PSC: los socialistas no darán ni un paso en la dirección del referéndum de autodeterminación de Cataluña, un camino que consideran de "división" y "ruptura". Como si estuvieran esperando una excusa, los socialistas han hablado por boca de su primer secretario en Cataluña, Salvador Illa, que ha recorrido las emisoras catalanas para insistir en el mensaje del comunicado suscrito por el PSOE y el PSC contra el nuevo requisito separatista de sentar las bases de un referéndum. Los socialistas se niegan en redondo, al menos en público, a aceptar ese último trágala separatista, aunque el acuerdo entre Junts y ERC parezca lo suficientemente ambiguo como para ser aceptado por los socialistas sin grandes problemas.
El texto de los separatistas solicita a Sánchez que "se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum". Dicha frase es fruto del acuerdo de mínimos entre JxCat y ERC, el primero al que llegan en medio de unas negociaciones con los socialistas y Sumar que llevan por separado y marcando territorio y distancias. Y a esa frase se ha aferrado Salvador Illa para lanzar un mensaje contundente sin descartar en modo alguno la repetición de las elecciones.
El dirigente socialista se ha negado a hablar de amnistía porque dice que los socialistas cuando llegan a un acuerdo lo hacen público, pero sí ha indicado que en el PSOE y en el PSC están dispuestos a ser "muy generosos" con los independentistas y que ya lo han demostrado facilitándoles grupo propio en el Congreso y con la introducción de los idiomas autonómicos en la Cámara Baja. Pero el referéndum es una línea roja, el primer tabú que aparece en el seno del socialismo desde la celebración de las elecciones generales del 23-J.
Papel mojado
La posición de Illa ha causado notable extrañeza tanto en Junts como en ERC, ya que en dichos partidos consideran que la propuesta de resolución en el Parlamento catalán es poco más o menos que papel mojado y que el redactado es tan vago que permitiría a los socialistas correr un tupido velo como ya hicieron en el pasado en la mesa de diálogo entre el Gobierno y el gobierno autonómico catalán.
Interpretan que al PSOE le interesa dar la apariencia de que nada está cerrado con los independentistas para frenar las críticas generalizadas a una ley de amnistía de la que según ERC ya circulan documentos técnicos, versión avalada por el negociador de Sumar Jaume Asens.