La decisión de Concepción Cascajosa de suspender el Consejo de Administración de RTVE que debía votar su cese o su continuidad al frente de la Corporación causó este martes una gran sorpresa. La estrategia de solicitar el voto secreto pronto se reveló una excusa para poder ganar tiempo, por cuanto era evidente que eso era imposible desde el mismo momento en que Elena Sánchez había delegado el voto en uno de los consejeros de Podemos, José Manuel Martín Medem, y Ramón Colom (PSOE) se había conectado a la reunión por videoconferencia. Así, el derecho que ampara a todos los miembros a exigir esta modalidad llevaba irremediablemente a la suspensión del Consejo hasta que se pudieran dar las condiciones.
Las fuentes consultadas por Libertad Digital apuntan que Cascajosa solo tenía asegurados cuatro de los cinco votos que necesitaba para seguir en la presidencia de RTVE -el suyo propio, el de Colom, el del consejero del PNV y el del otro representante de Podemos, Roberto Lakidain-, por lo que el hecho de posponer la votación concede más tiempo a la "militante socialista", como ella misma se definió antes de llegar al cargo, para negociar con sus compañeros. Lo realmente sorprendente, no obstante, es el "mercadeo" que estaría detrás de esas negociaciones y la guerra que se libra entre las dos alas del Gobierno de coalición por lograr "el control absoluto de RTVE".
El "mercadeo" de cargos
"Habían llegado a un acuerdo para que Elena Sánchez y Medem apoyasen a Cascajosa a cambio de cesar a José Luis Muñiz, actual director de Medios y Producción, y poner en su lugar a Antonio Losada, además de dar poder a Ángel García Castillejo y que Elena Sánchez pudiera elegir al director de Contenidos. Es decir, los informativos y las productoras para el PSOE y la producción interna, medios y Recursos Humanos para Sumar", explican a LD. Sin embargo, en el último momento, el acuerdo se habría roto: "Losada y Castillejo son personas muy próximas a Sumar, y es de suponer que la facción del PSOE no quiere que tengan tanto poder".
La gran pregunta es qué pasará en la próxima reunión. Sin embargo, lo que queda claro es que, en estos momentos, lo que realmente le interesa a la izquierda es repartirse el control de las divisiones más importantes de la televisión pública "al más puro estilo socialcomunista". "Y estos eran los que venían a despolitizar RTVE", ironizan los sindicatos, quienes aseguran que el otro consejero de Podemos, Roberto Lakidain, ya hace tiempo que vendió su apoyo a Cascajosa "a cambio de que Pablo Iglesias esté en todas las tertulias". Si en marzo fichó por Mañaneros, ahora, el fundador de la formación morada ha dado el salto al prime time al convertirse en tertuliano de 59 segundos.
La batalla por el control político, aunque avivada por la polémica contratación de David Broncano, viene de lejos, pero a ella se suma la batalla por el reparto del dinero reservado a las productoras. No en vano, ya hace tiempo que sindicatos y oposición alertan de que eso es precisamente lo que más le importa a la izquierda, poniendo como ejemplo el dineral que en los últimos años se ha dado a La Coproductora del Grupo Prisa.