Pedro Sánchez cuenta con una portavoz del partido (Esther Peña), otra del Gobierno (Pilar Alegría), uno en el Congreso (Patxi López) y otro en el Senado (Juan Espadas). Pero quien lo defiende con mayor vehemencia no cobra sueldo público y solo aparece cuando el presidente parece paralizado. Ese es José Luis Rodríguez Zapatero.
El expresidente ya asumió ese rol tras el batacazo en las elecciones municipales y autonómicas. Entonces, inició una tournée mediática con gran repercusión, acudiendo incluso a medios hostiles para defender la gestión de Sánchez. Una estrategia que luego el propio líder del PSOE replicó. Zapatero llegó a participar en más mítines que el candidato a la presidencia del Gobierno. Tras el desastroso debate electoral con Alberto Núñez Feijóo, fue él quien se echó la campaña a cuestas, mientras un Sánchez noqueado permanecía varios días en segundo plano.
Ahora, esa estrategia vuelve a activarse. El expresidente prepara varias entrevistas para responder a las preguntas sobre los casos de corrupción que acorralan al PSOE. Tras su decidido respaldo a Santos Cerdán —a quien apoyó abiertamente y que conoce de forma personal ya que ambos son interlocutores ante Junts—, Zapatero guarda ahora silencio, porque, según su entorno, "hay que saber cuándo callar y cuándo no". Sin embargo, ha decidido que desde esta semana volverá a ponerse en marcha con una nueva tournée mediática en defensa del partido.
"Son otros los que tienen que estar preocupados", afirman fuentes cercanas a Zapatero. Frente a un Sánchez replegado, que no tiene previsto hablar con la prensa hasta después de la cumbre de la OTAN, el expresidente ya tiene cerradas varias entrevistas y "una agenda llena" para las próximas semanas. El objetivo es volver a ser el portavoz de Sánchez, alejar la imagen de la corrupción, cohesionar a las filas frente a la amenaza externa de una hipotética vuelta de la derecha al poder y animar a unas bases alicaídas remitiéndoles a los logros de los socialistas.
De ahí, que Zapatero vaya a participar también en actos públicos, aprovechando su condición de figura de referencia del colectivo LGTBI, para reivindicar su legado con motivo del vigésimo aniversario de la aprobación de la ley del matrimonio igualitario —su reforma más emblemática—, que este lunes le sirvió de marco para arremeter contra los obispos por pedir elecciones anticipadas. Zapatero recordó que la Conferencia Episcopal ya se manifestó entonces en contra de aquella ley.
En su entorno aseguran que está "muy tranquilo", pese a las informaciones que lo vinculan con la trama de Hidrocarburos por su relación con el régimen venezolano. Su rostro, a diferencia del de Sánchez, luce sereno. Ahora, una vez más, le toca salir en defensa del líder del PSOE.