El titular de Justicia, Félix Bolaños, ha precisado que la norma, que ha calificado como "histórica", pretende que sean los fiscales quienes asuman la instrucción de las causas judiciales, poniendo fin a una competencia que desde 1882 corresponde a los jueces. Con esta medida, de prosperar, la instrucción pasaría a depender de los fiscales, que en un modelo jerárquico como el del Ministerio Fiscal responden al fiscal general del Estado, estrechamente vinculado al Gobierno.
Bolaños ha presentado esta ley que tiene tres ejes principales que van a acabar con la independencia judicial en España: las investigaciones pasan de ser comandadas por los jueces a que las dirijan los fiscales, seleccionados por el procesado García Ortiz; la práctica inhabilitación de las acusaciones populares como Iustitia Europa y, por último y más grave, la Fiscalía dirigirá la Policía Judicial, es decir, entre otros, la UCO. Esta reforma podría no llegar a buen término gracias a la ruptura de Junts con el PSOE.


