La canción desesperada

El indudable éxito del PP en la gestión europea de las ayudas a la banca española
suponen el primer gran éxito internacional del nuevo gobierno popular. No sólo España
recibe el dinero que necesita en condiciones muy favorables sino que, gracias a la
firmeza demostrada por rajoy en la defensa de la sobreanía nacional en las condiciones
de extrema dificultad en que ha dejado el PSOE ala economía española, el Gobierno de
España conserva toda su libertad de movimientos, con capacidad para administrar a
través del FROB, tanto la demanda de las contidades precisas como su entrega y
control.
Es lógico que tal éxito incomode a quienes fueran derrotados, a izquierda -y a
derecha,reconozcámoslo- por un Rajoy moderado y sensato, en las antípodas del
comportamiento habitual de los radicales de ambos extremos del espectro político. No es
de extrañar, por tanto, que desde el PSOE y desde sus inmediaciones mediáticas se trate
de distorsionar la realidad haciendo pasar por una humillación nacional y por un fracaso
de gestión lo que todas las evidencias señalan como una victoria tan contundente como
lo fuera la electoral del 20N.
De un partido de izquierdas y de unos medios de comunicación preocupados por el bien
común se podría esperar si no alegría, al menos sí cierta contención en la confección de
titulares y en la instrucción a los columnistas de guardia que pretenden crear opinión
desde las archisabidas tácticas del agit-prop. Pero es que, bien mirado, la actitud
demostrada ante esta noticia parece seguir un pauta de largo recorrido: falta de
colabroración de la oposición, críticas acerbas cuando no irrespetuosas hacia el
Presidente del Gobierno, rumores varios sobre gobiernos de coalición y candidatos de
consenso para sustinuir a Rajoy...
Sí, hay desesperación en la izquierda política y de papel. ¿ Tendrá algo que ver con ello
el que el PSOE se encuentre en una situación económica sumamente preacaria, con una
deuda creciente, problemas de tesorería y la perspectiva de tener que desmontar gran
parte de sus estructura interna para aguantar hasta el 2016? ¿No será menos relevante,
por otra parte, el que la casa principal del periodismo "progresista" tenga una descomunal
deuda que vence en el 2014 y asimismo sea algo más que una probabilidad el que los
actuales gestores de la empresa puedan perder el control para esa fecha?
¡Cuántos beneficios a unos y otros les podría reportar que el PP no agotara la legislatura!
Para quienes siempre han chupado de la ubre del poder la perspectiva de no controlarlo
durante tanto tiempo puede convertirse en una cuestión de simple supervivencia.