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Recetas para refrescar las cenas del verano

El calor comienza a ser muy intenso y las cenas se aligeran. Las cremas frías, con el gazpacho a la cabeza, son las estrellas de la cocina estival. Si aún no se ha lanzado a prepararlo en casa, no lo dude: sólo necesita buenos ingredientes y una batidora.

Gazpacho andaluz
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Gazpacho andaluz

Para los más clásicos: la mezcla básica incluye tomates pelados (cuanto más maduros, mejor), pimiento, pepino (uno por cada kilo de tomate, aproximadamente), sal, un chorro de aceite y otro de vinagre. Las proporciones varían según el gusto (aunque el tomate debe ser siempre el ingrediente principal) y hay quien incorpora a la mezcla en la batidora ajo, cebolla y pan. En realidad, hay tantas variedades como cocineros.

Gazpacho de fresa o cerezas
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Gazpacho de fresa o cerezas

El toque diferente llega con la incorporación de la fruta. Las fresas o cerezas son perfectas para dar un gusto ligeramente distinto (y menos contundente) a la receta tradicional. Hay quien aconseja poner la misma cantidad de fresas que de tomate y hay quien arriesga un poco menos. Otra opción es incorporar a la mezcla vinagre de frambuesa, en lugar del tradicional.

Gazpacho de sandía
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Gazpacho de sandía

Una de las frutas más refrescantes del verano también puede servir para animar la receta de gazpacho de siempre. Sólo hace falta incluir la sandía en la lista de ingredientes, en proporción con el tomate -que seguirá siendo el ingrediente principal-. Se incorpora a la mezcla aceite, sal, vinagre, cebolla, pepino... ¡y listo! Para atrevidos, también hay quien incorpora al gazpacho habitual un melocotón.

Aguacate: en gazpacho, en crema...
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Aguacate: en gazpacho, en crema...

Bastante diferente es la versión de este plato con aguacate. Los ingredientes son los habituales pero incorporaremos a la mezcla un aguacate troceado por cada kilo de tomate. También podemos convertir el aguacate en el protagonista de una crema fría muy apetecible, mezclándolo con pepino, un chorro de limón, pimienta y sal.

Crema fría de remolacha
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Crema fría de remolacha

Un gazpacho rosa, ideal para las tardes de verano y para innovar con un tubérculo que sirve para mucho más de lo que creemos. Aunque la textura quedará más semejante a la del puré, el tomate comparte protagonismo con la remolacha. Para hacerlo, necesitamos una patata cocida, una o dos remolachas, tomates pelados en la misma cantidad, y aceite, sal y agua, en función de la textura que deseemos. Una vez triturado, queda perfecto frío y acompañado con huevo cocido picado muy fino y/o jamón serrano.

Crema fría de zanahoria (o calabaza)
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Crema fría de zanahoria (o calabaza)

Los purés del invierno pueden transformarse en apetecibles cremas frías en verano. Lo ideal es que queden un poco menos espesas incorporando más agua o caldo, y añadir ingredientes más refrescantes, como un buen chorro de zumo de naranja al mezclar. También es recomendable incluir un par de cucharadas de queso en crema o un par de quesitos. El modo de prepararlo es el mismo que el de siempre, sólo varía la temperatura: cocer las hortalizas (añadiendo una o dos patatas), y triturar, ajustando el punto de sal. El aceite de oliva al final tampoco puede faltar.

Crema fría de calabacín
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Crema fría de calabacín

Un clásico de los meses fríos como éste puede transformarse en la llegada del verano incorporando a la mezcla un poco de cebolla picada y un yogur.

Salmorejo
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Salmorejo

Los españoles se dividen entre quienes prefieren el gazpacho y los fans del salmorejo, aunque muchos aún no saben en qué se diferencian. El tomate es también el ingrediente básico. Una vez triturado, se incorpora pan humedecido en el propio jugo del tomate, un diente de ajo pelado y picado, aceite de oliva y sal. La crema queda más espesa pero es igual de refrescante. Es imprescindible acompañarlo con huevo cocido y un buen jamón picado.

Ajoblanco
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Ajoblanco

Otra estrella del verano que admite todo tipo de guarniciones y variaciones. Los ingredientes básicos son miga de pan, almendras, ajo, sal, aceite y vinagre. Las almendras y el ajo (unas 20 por cada diente) han de ser machacadas junto a un chorro de aceite hasta que se haga una pasta. Después, se incorpora el pan, humedecido, y se tritura. Se le puede acompañar con jamón, huevo cocido, uvas u otras frutas, como melón, de guarnición.

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