Leipzig: Alemania sorprendente
Un paseo por Leipzig, una ciudad que ha dejado atrás lo peor de su pasado y es una de las mejores sorpresas que nos puede dar hoy en día Alemania.
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Augustusplatz, la gran plaza del centro de Leopzig.
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Una peculiar escultura en la zona peatonal del centro de Leipzig.
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La ópera de Leipzig, una de las instituciones musicales de una ciudad en la que la música es fundamental.
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Una calle de centro histórico de Leipzig con la columna que es un monumento a la revolución pacífica que acabó con el régimen comunista en 1989.
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La iglesia de San Nicolás, para la que Bach compuso algunas de sus obras más célebres y que siglos después sería el germen de las protestas contra el comunismo.
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Uno de los lagos al sur de Leipzig que han convertido las viejas minas en un paisaje digno de contemplarse.
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Un canal de aguas rápidas en uno de los lagos de Leipzig en el que suelen hacerse actividades de ocio o de empresa.
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Los lagos al sur de Leipzig han sustituido las minas de carbón a cielo abierto.
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Gigantesca maquinaria de minería y, al fondo, una central térmica que aún quema el carbón de la zona pero que es una de las más limpias del mundo.
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La Kunstkraftwerk, una antigua central eléctrica que hoy es un espacio para el videoarte.
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Uno de los espectáculos inmersivos que se disfrutan en el interior de la Kunstkraftwerk de Leipzig.
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Entrada a la Spinerei, el enorme complejo cultural que ocupa las instalaciones de una antigua fábrica de hilo.
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La Spineri conserva una interesantísima arquitectura industrial de finales del siglo XIX y principios del XX.
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Reformada de una forma muy funcional y sencilla, la Spinerei de Leipzig es una mezcla peculiar de moderno y antiguo.
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Uno de los pequeños estudios de un artista plástico, en este caso una pintora, que se pueden encontrar en la Spinerei de Leipzig.
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Una vieja chimenea que queda como testigo de la antigua actividad industrial.
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Uno de los antiguos despachos administrativos de la Spinerei, por los que parece no haber pasado el tiempo.
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