Nuevo episodio en la presión que está ejerciendo el Gobierno de Donald Trump sobre el régimen de Nicolás Maduro. Hace unas horas, Estados Unidos interceptó un petrolero frente a las costas de Venezuela, un hecho que confirmó el propio Trump ante los medios señalando que había sido "un día interesante": "Como probablemente saben, acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, uno grande, muy grande. De hecho, el más grande jamás incautado". Y avisó de que "están pasando otras cosas". "Lo veréis y hablaréis sobre ello más tarde", dijo el presidente estadounidense, que días antes afirmó que Nicolás Maduro "tiene los días contados".
Posteriormente, en un mensaje con imágenes de los militares sobre la cubierta del buque, la fiscal general, Pam Bondi, señaló que estaba transportando "petróleo objeto de sanciones de Venezuela e Irán". "Durante años, este petrolero ha sido sancionado por estar envuelto en la red de transporte ilegal de petróleo para organizaciones terroristas internacionales", dijo.
Today, the Federal Bureau of Investigation, Homeland Security Investigations, and the United States Coast Guard, with support from the Department of War, executed a seizure warrant for a crude oil tanker used to transport sanctioned oil from Venezuela and Iran. For multiple… pic.twitter.com/dNr0oAGl5x
— Attorney General Pamela Bondi (@AGPamBondi) December 10, 2025
Tras la operación, emprendida por el FBI, Seguridad Nacional y la Guardia Costera con el apoyo del Pentágono, el barco fue trasladado "de forma segura". Según The Washington Post, el buque, llamado Skipper, ya fue sancionado en 2022 cuando operaba con el nombre de Adisa bajo bandera panameña. La empresa propietaria entonces, Triton Navigation, radicada en las Islas Marshall, estaba vinculada a un ciudadano ucraniano descrito por la oficina del Tesoro como líder de una red de exportación ilegal de petróleo vinculada a Irán y Hezbolá.
El régimen habla de "robo"
El régimen ha reaccionado con ira a este golpe a una de sus principales fuentes de financiación. En un comunicado difundido por el ministro de Exteriores, Yván Gil, ha señalado que repudia "enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional, anunciado de manera pública por el presidente de Estados Unidos, quien confesó el asalto de un buque petrolero en el mar Caribe". En la nota, alega que se trata de un "plan deliberado de despojo de nuestras riquezas".
Aprovechan para cargar contra María Corina Machado y el eco internacional que sus denuncias están teniendo con la entrega del Nobel de la Paz y su presencia en Europa. Pese a ello, el régimen habla de "fracaso rotundo" por el hecho de que no llegara a tiempo a la ceremonia.
Además, el Gobierno chavista llama a "rechazar esta agresión vandálica, ilegal y sin precedentes", petición que por el momento sólo han secundado socios de la dictadura como Cuba, y ha anunciado que "acudirá ante todas las instancias internacionales existentes para denunciar este grave crimen internacional, y defenderá con determinación absoluta su soberanía, sus recursos naturales y su dignidad nacional".
Machado aplaude la "acción"
Mientras, en rueda de prensa desde Oslo, María Corina Machado ha aludido al petrolero interceptado defendiendo que precisamente lo que piden al mundo "es que actúe, no se trata de declaraciones sino de acciones".
"El régimen está utilizando los recursos, dinero que viene de actividades ilegales, incluyendo el mercado negro de petróleo, no para dar alimento a niños hambrientos, no para hospitales sino para reprimir a los ciudadanos" y "pagar a aquellos que cometen crímenes". "Por lo tanto, sí, hay que detener estos grupos criminales y hay que cortar las fuentes de financiación con actividades ilegales, es algo muy necesario".
