
Christian Brueckner es en la actualidad el único imputado en el caso de Madeleine McCann, la niña de 3 años que desapareció el 3 de mayo de 2007 en el Algarve (Portugal), mientras dormía -con sus hermanos- en el apartamento que su familia tenía alquilado en el Ocean Club Resort de Praia Da Luz.
Cuando se llevan a Maddie, este depredador sexual alemán vivía aproximadamente a tres kilómetros del complejo turístico en el que veraneaban los McCann. Estuvo en el punto de mira desde el principio, aunque no fue acusado formalmente hasta abril del año pasado (15 años después de que la menor desapareciera).
Actualmente, Brueckner cumple condena en su país por tráfico de drogas y violación -a una mujer de 72 años en 2005, precisamente en Praia da Luz-. A sus espaldas, acumula un largo historial delictivo. El pasado mes de octubre, la Fiscalía de Brunswick le acusó de cinco nuevos delitos sexuales (dos de ellos a menores), que habría cometido entre 2000 y 2017 en Portugal.
Sin embargo, podría salir de la cárcel en 2025. El tribunal regional de Brunswick, en el norte de Alemania , ha decidido que no es "competente" porque la "última dirección conocida" del acusado estaba en otro estado, Sajonia-Anhalt. En consecuencia, el juicio -que debía comenzar de manera inminente- ha sido cancelado.
La fiscalía ha comunicado que examinará "cuidadosamente las razones" alegadas por el tribunal y que seguramente apelará. Si el caso se traslada a Magdeburg, donde se encuentra el tribunal más cercano al último lugar donde se considera que Brueckner en Alemania, prácticamente se empezaría de cero.
¿Cómo afecta al caso de Madeleine?
La decisión del tribunal de Brunswick en principio no debería afectar al caso de Madeleine, sin embargo será utilizada por la defensa del acusado. El abogado Friedrich Fülscher no ha tardado en señalar que teniendo en cuenta la "base" sobre la que se sustenta "el sistema de justicia de Brunswick tampoco es competente en el caso Maddie".
El letrado ha explicado ante los medios alemanes que la última dirección registrada de Brueckner en Alemania fue Brunswick en 2016 pero solo para recibir correo. Según ha asegurado, nunca residió allí. Antes de su arresto en Italia, "vivía en su propiedad en Neuwegersleben" (el almacén en desuso de Sajonia-Anhalt).
Del sur de Portugal al norte de Alemania
Brueckner se fue a vivir a Alemania en 2007, después de la desaparición de Madeleine. Inicialmente a la ciudad de Braunschweig (la segunda ciudad más grande del estado de Baja Sajonia), a unos 60 kilómetros de Hannover. Allí fue donde la policía halló en 2020 un sótano oculto en una parcela que frecuentaba el sospechoso y que estaba próxima al que fuera su domicilio entonces.
Llegaron a pensar que el cadáver de Maddie podía estar enterrado allí y los investigadores excavaron en el jardín en busca de huesos u otros restos que pudieran pertenecer a la menor. El zulo estaba bajo los cimientos de la construcción, una especie de cabaña que fue demolida en el año 2008. Encontraron muñecas, luces con forma de hada y otros enseres infantiles, pero no a la pequeña.
Bajo los escombros estaban —eso sí— los huesos de un perro que había pertenecido a Brueckner y un pen drive (dispositivo de almacenamiento portátil) con material pedófilo. Es decir, más de lo mismo. En 2016, las autoridades germanas ya encontraron 8.000 imágenes de pornografía infantil en la caravana en la que vivía, en una antigua fábrica abandonada, junto con grandes cantidades de bañadores de niña en su interior.
El hallazgo se produjo en el marco de la investigación de Inga Gehricke. La pequeña, conocida como la Maddie alemana, tenía 5 años y desapareció en 2015, durante la celebración de una barbacoa en una zona boscosa de Stendal (Alemania). Se da la circunstancia de que apenas 80 kilómetros separan el lugar donde se le perdió el rastro del cobertizo donde Brueckner tenía un sótano (o zulo) secreto.


