En la enrevesada situación creada tras las legislativas francesas, el Nuevo Frente Popular que integra a la Francia Insumisa de Jean-Luc Melènchon ha avisado de que quiere gobernar sin pactar, con su propio programa a pesar de haberse quedado lejos de la mayoría. En él figuran recetas al más puro estilo Podemos que enmiendan las políticas de Macron y sobre la coalición sobrevuelan las polémicas protagonizadas por Melenchon en torno a Israel en un contexto de creciente acoso a la comunidad judía francesa.
El programa del ganador de las legislativas francesas pide "romper" con el Gobierno "supremacista" de Benjamin Netanyahu, el embargo de armas a Israel y la solución de los dos estados para una "paz justa y duradera", así como sanciones y enjuiciar a "dirigentes de Hamás y miembros del Gobierno de Netanyahu" ante la Corte Penal Internacional. Aunque el comunicado sí alude a las "masacres terroristas" de Hamás del 7 de octubre para pedir la liberación de los "rehenes", Melenchon, otros miembros de su partido y otras formaciones del frente de izquierdas han evitado reiteradamente utilizar esa palabra para referirse a los salvajes ataques del 7 de octubre.
Tras los atentados, tanto Melenchon como sus compañeros de filas fueron tachados de antisemitas por justificar lo ocurrido y poner al mismo nivel a los asesinos de Hamás con el Gobierno israelí: el partido definió como "ofensiva armada" los ataques, "producidos en un contexto de intensificación de la política de ocupación israelí en Gaza, en Cisjordania y en Jerusalén Este". Melenchon, mientras, afirmó que "toda la violencia desencadenada contra Israel y en Gaza no prueba más que una cosa, que la violencia no produce más que violencia".
En todos los meses transcurridos desde entonces y en medio de un creciente acoso a la comunidad judía, su partido se ha mantenido en una calculada ambigüedad, "una forma de enmascarar el antisemitismo", según denunció el Gobierno francés, mientras insistía en definir a Hamás como un "movimiento de resistencia" o un "grupo político islamista que tiene una rama armada que resiste a Israel" al tiempo que alegaban que sí habían condenado sus "abyectos" crímenes el 7 de octubre.
En cuanto a las propuestas económicas, el programa del Nuevo Frente Popular incluye algunas de las ideas más disparatadas del partido de Melenchon, de entre las que destacan su promesa de más impuestos con ideas como la de una "herencia máxima". La coalición también propone una subida de los tramos del IRPF para incrementar los impuestos a "los ricos", un reajuste de Sucesiones centrado en "los patrimonios más elevados", la introducción del denominado "impuesto Zucman", consistente en que los grandes patrimonios paguen al Estado anualmente el 2 por ciento de su riqueza, la creación de un banco público, la prohibición de los desahucios por impago del alquiler sin
sin ofrecer alojamiento alternativo y gravar las importaciones en función del kilometraje.
La coalición, como Yolanda Díaz, también aboga por reducir la jornada laboral por ley: piden que sea de 35 horas, y de 32 horas en el caso de los trabajos más duros. Además, pide que el salario mínimo ascienda a 1600 euros, derogar el retraso en la edad de jubilación, y congelar por ley el precio de los productos "básicos", citando los sectores energético, la alimentación y los combustibles.
El programa incluye medidas proteccionistas para "defender" a sus agricultores como la derogación de acuerdos comerciales como el CETA entre Canadá y la UE y con Mercosur. En cuanto a las políticas verdes, ocupan buena parte de sus propuestas, como la prohibición de financiar cualquier proyecto relacionado con combustibles fósiles, el reconocimiento del delito de ecocidio o una moratoria sobre los proyectos e infraestructuras relacionados con las autopistas.
El proyecto que ellos definen como de "ruptura" con Macron recibió numerosas críticas, entre ellas el de un grupo de intelectuales que pocos días antes de que se abrieran las urnas publicaron un manifiesto en Le Figaro alertando de su estrategia electoral "antisemita" citando las declaraciones de otros partidos de la coalición, como los Comunistas y los Anticapitalistas, defendiendo "los medios de lucha" y resistencia de los palestinos ante Israel.