En un giro significativo que podría alterar el curso de la guerra en Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha aprobado una nueva doctrina militar que permite a Rusia responder con armas nucleares si un misil de fabricación estadounidense impacta en su territorio. Esta decisión, tomada en un contexto de creciente tensión internacional, marca un punto de inflexión en el conflicto que ya lleva más de mil días y que ha dejado al mundo al borde de una guerra más amplia.
En un acto que se desarrolló este lunes, Putin se acomodó en su silla, aparentemente decidido, antes de dar luz verde a esta nueva doctrina, que subraya el cambio en la estrategia militar rusa y refleja la creciente desesperación del Kremlin ante los reveses sufridos en el terreno de batalla. Con este nuevo marco, Rusia amplía las condiciones bajo las cuales puede usar su arsenal nuclear, lo que aumenta la incertidumbre y el peligro en Europa y más allá.
La guerra en Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022 con la invasión rusa y la intención de derrocar al gobierno de Volodymyr Zelenski en pocos días, ha entrado en una fase de guerra prolongada. A pesar de la planificación inicial de una "guerra relámpago", el presidente ucraniano ha resistido con éxito el avance ruso, con el apoyo inquebrantable de sus aliados internacionales, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea. A lo largo de estos mil días, el conflicto ha sido impredecible, marcado por avances y retrocesos en el frente, así como el uso de tecnologías como drones baratos y efectivos que han cambiado la dinámica de la lucha.