
Nuevas críticas desde la dictadura venezolana de Nicolás Maduro a España después de que el Congreso de los Diputados reconociera a Edmundo González como legítimo ganador de los comicios. Pese al voto en contra de la izquierda, y el tibio encuentro entre Sánchez y González, en los jardines de Moncloa y sin comparecencias, continúa la escalada de respuestas del régimen de Maduro.
El régimen bolivariano ha anunciado este jueves su decisión de convocar al embajador español en Caracas, Ramón Santos Martínez, y de llamar a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez. Tras la catarata de ataques tras la votación en el Congreso, esgrime ahora como excusa las "insolentes, injerencistas y groseras" declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que se ha referido al Gobierno de Nicolás Maduro como una "dictadura".
Robles ha realizado estas declaraciones durante su intervención durante el acto de presentación de la novela de Julia Navarro El niño que perdió la guerra, donde además ha recordado a todos los hombres y mujeres venezolanos que "han tenido que salir de su país".
"El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ante las insolentes, injerencistas y groseras declaraciones de la ministra española Margarita Robles, que apuntan a un deterioro de las relaciones entre ambos países, ha decidido llamar a consultas a la embajadora venezolana acreditada ante el Reino de España, Gladys Gutiérrez", reza un comunicado del ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, que ha publicado en su cuenta de la red social Facebook.
Gil también ha indicado que el embajador español deberá comparecer este viernes en la sede del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores.
Albares intenta calmar los ánimos
Preguntado por la reacción de Venezuela, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha optado por quitarle hierro a la reacción venezolana señalando que "convocar a un embajador, yo lo he hecho en varias ocasiones, y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y por lo tanto no hay nada que comentar".
En una entrevista en RNE, ha señalado que que trabaja para "tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela", del que el pueblo español se siente "tremendamente cercano". Y, de nuevo, ha rehusado calificar a Venezuela como una "dictadura" pese a haber decidido a asilar al líder de la oposición. Albares ha esgrimido que como no es ni "catedrático de Derecho constitucional" ni "un politólogo", sino ministro de Exteriores, es "la última persona" que debe poner "cualquier tipo de calificativos", sobre todo de "un país hermano" el venezolano.

