
La ideologización de la política implica ya a todos los Ministerios del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Esto es algo que se puede apreciar especialmente en las carteras relacionadas con los distintos ámbitos que afectan a la gestión económica, incluida la vivienda, la Seguridad Social o la energía, entre otros. De este modo, el Gobierno insiste en impulsar el intervencionismo para poner fin al alza de los precios de los inmuebles, negar que existe un agujero en el sistema de pensiones y cerrar las nucleares al mismo tiempo que se potencia la generación renovable, a pesar de que todo ello no es más que fruto de la cerrazón ideológica.
No obstante, este asalto a la política, producido en los últimos años por parte de la ideología, hace tiempo alcanzó también otros ámbitos fuera de las cuestiones puramente económicas. En este contexto, la cultura ha sido también víctima de las políticas del radicalismo de extrema izquierda. La persecución a la tauromaquia por parte del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, es un claro ejemplo de ello. Pero la gestión de la Biblioteca Nacional que está realizando el titular de Cultura también se ha visto afectada por las obsesiones izquierdistas.
91.000 euros en novelas eróticas
Así las cosas, Urtasun no ha podido dejar de aprovechar para dirigir la política de adquisición de ejemplares de la Biblioteca Nacional desde el sectarismo ideológico. De este modo, el Ministerio de Cultura se ha gastado recientemente más de 90.000 euros en la adquisición de un catálogo de casi 300 novelas eróticas para la Biblioteca Nacional "por ser unas piezas que se considera imprescindible adquirir para los fondos de la BNE, debido al interés patrimonial que presentan".
En concreto, tal y como se detalla en el anuncio de formalización de contrato, "la colección consta de 291 publicaciones eróticas españolas del s. XIX y primera mitad del XX, en su mayor parte clandestinas", subrayando que las autoridades trataban de poner coto a estas publicaciones porque "su contenido se consideraba peligroso tanto desde el punto de vista de la moral católica (la dominante en la época) como de las llamadas buenas costumbres".
En este sentido, el Ministerio de Urtasun sostiene en este documento que "el conjunto que se pretende adquirir es de gran interés para el patrimonio bibliográfico español ya que se trata, si no de volúmenes únicos, en todo caso de gran rareza y cada vez más difíciles de encontrar". Por ello, formalizó finalmente este contrato a principios del mes de agosto, por un valor de 91.000 euros y un plazo de ejecución de un mes, siendo el adjudicatario del mismo Juan Luis Guereña Mercier.

