La situación de las salas de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas es un caos desde hace ya un par de meses. La ruta caliente Casablanca-Madrid, nutrida a diario por los vuelos de Royal Air Maroc, la compañía de bandera marroquí, han dejado en la instalación aeroportuaria a centenares de personas pidiendo asilo cuando se suponía que únicamente llegaban a España en tránsito, es decir, como escala a su destino final.
La primera oleada llegó en diciembre con pasaporte de Kenia. La segunda ha llegado durante todo el mes de enero, representada principalmente por nacionales de Senegal y Marruecos. La última alerta es por los mauritanos. En dos meses el aeropuerto de Madrid-Barajas ha tenido que pasar de tener dos salas de asilo –una en la Terminal 1 y otra en la Terminal 4S (satélite) – a tener cuatro, con la apertura de una segunda sala en la T1 y otra en la Terminal 2.
En todo este proceso los agentes de la Policía Nacional han estado totalmente solos. AENA, la empresa pública del Ministerio de Transportes de Oscar Puente se ha puesto de perfil, pese a que es la dueña de la instalación, y sólo a regañadientes, y tras las presiones del Ministerio del Interior de Fernando Grande Marlaska, ha accedido a dotar a Madrid-Barajas de nuevas salas de asilo, para poder acabar con el hacinamiento de los solicitantes de asilo.
No se ha responsabilizado, por ejemplo, de la limpieza de las salas, que han llegado a acumular un nivel de suciedad tal que ha habido una plaga de chiches y cucarachas. La Policía Nacional es la que ha pagado de su bolsillo la limpieza y fumigación de unas instalaciones cuyo dueño último es el Ministerio de Transportes. Esa suciedad provocó la espantada de la Cruz Roja, por lo que ahora es la Policía la que paga y va a buscar las medicinas de los solicitantes de asilo.
En esta situación, y ante la dejación de funciones de AENA, va a ser la Policía Nacional la que a través de un contrato de licitación de urgencia se encargue de reformar las nuevas salas de asilo del aeropuerto para dotarlas tanto de elementos de seguridad como de la dotación necesaria para estos solicitantes de asilo, como son baños o duchas. El dinero saldrá de las arcas de la Policía Nacional y no de las de AENA o el Ministerio de Transportes.
Este hecho ha provocado una fuerte indignación en los sindicatos policiales. "Es aberrante que la Policía Nacional tenga comisarías que se caen a cachos y tengamos que pagar nosotros el dinero de AENA, que nada en millones. Nosotros en el aeropuerto prestamos servicio, pero no es nuestra instalación. La limpieza y la infraestructura de las salas de asilo es competencia de AENA", han explicado desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP).
"Pedro Sánchez anunció miles de millones para AENA y el aeropuerto de Madrid. Lo que no puede ser es que AENA mire como si fuera ajeno a todo esto. El calabozo de aeropuerto lo paga AENA, las cabinas de seguridad y las máquinas. ¿Dónde está el director de AENA? Alguien tendrá que asumir la responsabilidad. ¿Dónde está el Ministerio de Transportes?", mantienen desde el sindicato policial.
Inspección de trabajo y permisos excepcionales
Al hilo de la situación que se está viviendo en el aeropuerto de Madrid-Barajas, la Inspección de Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, visitó ayer viernes las salas de asilo del aeropuerto a solicitud del SUP, que realizó una petición formal vía telemática el pasado jueves 25 de enero, para denunciar las condiciones de insalubridad y de falta de seguridad en la que trabajan los agentes destinados en estas salas.
Fuentes consultadas han explicado que el inspector de trabajo accedió a una de las dos salas de las Terminal 1 y a la recién abierto en la Terminal 2, y que no pudo acceder a la otra sala de la T1 y a la de la Terminal 4S porque estaban siendo limpiadas y fumigadas. "Se han podido ver las deficiencias de seguridad. La salubridad estaba en mejores condiciones por la limpieza de los últimos días. Somos optimistas", han explicado desde el sindicato policial.
Por otro lado, fuentes policiales han confirmado a Libertad Digital que durante la jornada de ayer quedó vacía la sala habilitada en la Terminal 2 porque el Gobierno ha permitido que se diera una "autorización de entrada excepcional" a los solicitantes de asilo que se encontraban dentro de ella. La cifra, según las mismas fuentes, sería de 22 personas. Esta sería la cuarta ronda de autorizaciones excepcionales que se han dado en las últimas semanas.