
LD (EFE) En una multitudinaria rueda de prensa, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, anunció la destitución de 284 mandos policiales como parte de "un proceso de selección y formación de nuevos mandos superiores".
Los casi tres centenares de jefes policiales relevados pertenecen a la Agencia Federal de Investigación (AFI) y a la Policía Federal Preventiva (PFP), dos cuerpos dependientes de la Secretaría (ministerio) de Seguridad Pública (SSP). De ellos, 34 eran comandantes regionales de las fuerzas federales en los 32 estados mexicanos, uno por cada entidad territorial y dos en el caso del Distrito Federal, la capital, y de Veracruz, en el golfo de México.
García Luna explicó que la destitución responde también a la instrucción dictada el 7 de marzo por el presidente Felipe Calderón de "aplicar estrictos controles de confianza a la Policía Federal, con especial énfasis en la ética, la disciplina y la calidad, para garantizar su honestidad, transparencia y eficiencia".
En una entrevista posterior, el responsable de la Policía mexicana mencionó que la medida está incluida "en un esquema de prevención para evitar que el crimen penetre y ponga en sus nóminas a policías federales". Aunque no especificó el número de comandantes relevados por supuestos casos de corrupción, explicó que algunos de ellos fueron destituidos por negarse a ser sometidos a una investigación interna.
Jorge Chabat, reconocido analista en materia de seguridad, indicó que la medida demuestra que Calderón "quiere fortalecer a las policías para que el Ejército algún día pueda regresar a los cuarteles". Desde enero pasado, el Gobierno federal ha desplegado a miles de soldados y agentes de la PFP, creada en su origen por integrantes de la Marina, por los estados en los que las mafias criminales realizan sus negocios ilegales de tráfico de personas, armas y drogas, entre otros.
