L D (EFE) El jueves, el presidente Hugo Chávez había anunciado la expulsión de Venezuela del agregado naval estadounidense, el capitán John Correa, tras acusarle de espionaje.
Según explicó McCormack, la decisión estadounidense se produce como respuesta a la expulsión de Correa: "ellos empezaron esto y nos hemos visto obligados a contestar", sostuvo el portavoz. Tras afirmar que Figueredo fue escogida para ser expulsada "porque creemos que es la persona más apropiada", McCormack reiteró que "no nos gusta vernos en juegos de toma y daca como éste con el Gobierno de Venezuela, pero ellos comenzaron esto".
El Departamento de Estado ha negado que Correa hubiera llevado a cabo "actividades impropias" en Venezuela y asegura que "mantenía contactos a nivel laboral" con sus pares venezolanos, como corresponde a su cargo, pero siempre dentro de la legalidad.
Las expulsiones respectivas marcan una peligrosa escalada en la tensión que las relaciones diplomáticas entre EEUU y Venezuela viven en los últimos tiempos.En una intervención ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, el director de los servicios secretos, John Negroponte, ya describió el jueves al Gobierno de Venezuela como uno de los principales problemas de EEUU en América Latina. Negroponte acusó al presidente venezolano de injerencia en los asuntos internos de sus vecinos mediante el apoyo a determinados candidatos en los procesos electorales de sus países, y de buscar lazos con Irán y Corea del Norte.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, comparó también el jueves al presidente de Venezuela con Adolfo Hitler y expresó su "preocupación" porque Chávez está trabajando con el dictador cubano, Fidel Castro, y con el nuevo presidente boliviano, Evo Morales.
McCormack insistió este viernes en que el Gobierno de EEUU "no tiene nada contra el pueblo de Venezuela" pero sí "con el modo en que el Gobierno de Venezuela ha gobernado". Chávez y su Ejecutivo, agregó el portavoz, "han gobernado de manera no democrática. Ese es el problema". Además, subrayó MCormack, "mantenemos preocupaciones sobre las actividades de Venezuela en el hemisferio" americano.
Los problemas con Caracas, insistió el portavoz, "no son una cuestión de izquierdismo o derechismo en la orientación política de un Gobierno en particular. Tiene que ver con sus actos y su comportamiento". Sin embargo, dijo, "estamos dispuestos a colaborar con el Gobierno venezolano en una gama de diferentes asuntos", entre los que citó como ejemplo la lucha contra el narcotráfico. Venezuela es también el quinto exportador mundial de crudo y cuarto abastecedor más importante de EEEUU, a donde destina la mayoría de su producción y donde posee una red de más de catorce mil gasolineras.
El Departamento de Estado ha negado que Correa hubiera llevado a cabo "actividades impropias" en Venezuela y asegura que "mantenía contactos a nivel laboral" con sus pares venezolanos, como corresponde a su cargo, pero siempre dentro de la legalidad.
Las expulsiones respectivas marcan una peligrosa escalada en la tensión que las relaciones diplomáticas entre EEUU y Venezuela viven en los últimos tiempos.En una intervención ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, el director de los servicios secretos, John Negroponte, ya describió el jueves al Gobierno de Venezuela como uno de los principales problemas de EEUU en América Latina. Negroponte acusó al presidente venezolano de injerencia en los asuntos internos de sus vecinos mediante el apoyo a determinados candidatos en los procesos electorales de sus países, y de buscar lazos con Irán y Corea del Norte.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, comparó también el jueves al presidente de Venezuela con Adolfo Hitler y expresó su "preocupación" porque Chávez está trabajando con el dictador cubano, Fidel Castro, y con el nuevo presidente boliviano, Evo Morales.
McCormack insistió este viernes en que el Gobierno de EEUU "no tiene nada contra el pueblo de Venezuela" pero sí "con el modo en que el Gobierno de Venezuela ha gobernado". Chávez y su Ejecutivo, agregó el portavoz, "han gobernado de manera no democrática. Ese es el problema". Además, subrayó MCormack, "mantenemos preocupaciones sobre las actividades de Venezuela en el hemisferio" americano.
Los problemas con Caracas, insistió el portavoz, "no son una cuestión de izquierdismo o derechismo en la orientación política de un Gobierno en particular. Tiene que ver con sus actos y su comportamiento". Sin embargo, dijo, "estamos dispuestos a colaborar con el Gobierno venezolano en una gama de diferentes asuntos", entre los que citó como ejemplo la lucha contra el narcotráfico. Venezuela es también el quinto exportador mundial de crudo y cuarto abastecedor más importante de EEEUU, a donde destina la mayoría de su producción y donde posee una red de más de catorce mil gasolineras.