Ya no va de cuentos de las vacas locas, sino de cuentas de las tales vacas, las crecientemente abultadas cuentas de esas vacas que han venido a descompasarlo todo, a romper todos los esquemas, los presupuestos y los propósitos. Han roto el idílico panorama que se nos pintaba en el comienzo del mes, año, siglo y milenio, han roto las perspectivas de arreglar el IPC ya desde diciembre pasado, y lo que te andaré, han roto el plácido gobierno Aznar, la imagen del ineficaz portavoz, han destrozados unas cuantas ganaderías, han confundido al consumidor usuario de vacuno...
Las vacas locas, las vacas con cerebro en forma de esponja, lo han venido a estropear todo, en el comienzo del año. Hasta las encuestas de popularidad del Gobierno y su líder se han visto quebrar. Y puede que sean capaces de lograr cambio de gobierno, alternativa de poder, anticipo de elecciones...
Cualquier cosa.
Las cuentas de las vacas locas
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