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Federico Jiménez Losantos

¿Quién abre la brecha USA - Europa?

Esa inmensa burocracia de lo obvio que alimenta la Prensa parece de acuerdo en glosar interminablemente un término: la “brecha” entre USA y Europa. Tras el dichoso “unilateralismo” achacado a Bush después del 11 de Septiembre, cuando comprobaron que los Estados Unidos no iban a pedir permiso al Viejo Continente para defenderse, casi todos los medios de comunicación europeos se han dedicado a respaldar las actitudes más timoratas, cuando no decididamente abyectas, de Francia y Alemania, encaramadas a la cucaña del antiamericanismo para escapar de sus problemas domésticos. Dos miserables, Chirac y Schroeder, están llevando hasta extremos difícilmente imaginables (y difícilmente tolerables) ese permanente sabotaje a los USA y sus aliados en que cifran el “europeísmo” ciertos sujetos para los que el Muro no caerá jamás. Pero incluso en ellos resulta asombroso el proyecto de evitar a Sadam Husein el resultado de sus responsabilidades para colocarlo en una especie de guardería de la ONU, “El Casco Azul”, con Kakoffi Annan de Seño para todo. Excepto para cumplir con su obligación, claro.

Por su cuenta y riesgo, Francia y Alemania rompieron cualquier consenso europeo para destacarse en la demagogia antiamericana. Se han quedado solos, en la pobre compañía de Bélgica (siempre comprensiva con el terrorismo internacional) y en la de Rusia, la mejor socia material y moral de Sadam Husein, además de Francia. Pero ahora han decidido ir más lejos, preparando ese ridículo plan clandestino de “rescate” de Irak, a espaldas de sus aliados de la OTAN y de sus socios de la UE. Queda así de manifiesto quién abre la “brecha” entre USA y Europa: una cierta Europa, vieja y desagradecida, que trata de hacer dinero y comprar seguridad trapicheando con las dictaduras árabes y fingiendo ceguera ante el terrorismo islámico.

Nunca dos supuestos aliados de los USA, directos beneficiarios de su “paraguas” nuclear durante décadas, habían ido tan lejos. Nunca se habían ignorado tan descaradamente las normas de diplomacia más elementales como lo han hecho Chirac y Schroeder. Nunca sería más adecuada una expulsión de la OTAN que ahora, cuando la defensa común es para París y Berlín una simple coartada para rentabilizar mejor su traición. Nunca ha quedado más claro quién abre la “brecha” atlántica, quiénes practican el “unilateralismo”, quienes han llegado a la conclusión de que contra los USA vale todo, porque no se defienden ni se vengan. Y si no se reacciona de inmediato contra estos dos inversionistas de la bajeza, la “brecha” aumentará. Conviene poner a cada uno ante sus responsabilidades, que en el caso de Alemania y Francia empiezan a ser inmensas. Y conviene hacerlo cuanto antes.

Y también es de justicia reconocer que, con todos sus defectos y tardanzas, Aznar está logrando que España haga frente a las suyas de forma tan gallarda como coherente. Dadas las circunstancias, no es sólo digno de consideración sino casi, casi milagroso. Que dure.

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