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EDITORIAL

ZP o cómo dilapidar tanto en tan poco tiempo

Una de las labores más admirables que estuvo llevando a cabo hasta última hora José María Aznar en beneficio de nuestro país y de Europa, fue su campaña por reivindicar el reparto de poder en la UE consensuado en Niza. El ex presidente español también destacó acertadamente lo perjudicial que para la unión monetaria europea resultaba la aplicación discriminatoria del Pacto de Estabilidad que dejaba sin sancionar a Francia y Alemania, pese al fragrante incumplimiento de ambos países que tanto perjudicaba al resto. A iniciativa del anterior Ejecutivo del PP, los dirigentes de España, Italia, Portugal, Países Bajos, Polonia y Estonia enviaron recientemente una carta conjunta a la presidencia irlandesa de la UE con una serie de propuestas en las que se defendía una aplicación "consistente y no discriminatoria" del Pacto de Estabilidad.
 
Pues bien. Tras la visita de pleitesía del nuevo presidente del Gobierno a Mohamed VI, ahora le ha tocado la de Schröder y Chirac. Si Zapatero ya se ha mostrado dispuesto ante Rabat a cambiar la política tradicional española sobre el asunto del Sáhara, sin pedir ni siquiera a cambio una renuncia pública de las vigentes apetencias de Marruecos sobre territorio español, ¿qué va a pedir Zapatero al gobierno francés que, hasta en la crisis de Perejil, ha demostrado ser mejor aliado de Marruecos que de España?
 
Si desde el gobierno de ZP ya se ha anunciado que no se ajustarán a la disciplina presupuestaria, déficit que tan malos resultados, por cierto, ha provocado en la economía francesa y alemana, ¿qué presión cabe esperar por parte española para que Chirac y Schröder cumplan el plan de estabilidad?
 
Si, París y Berlín, con la excusa de aprobar una nueva Constitución, en realidad pretenden imponer un sistema de doble mayoría que les otorgaría todo el poder de decisión, ¿qué presión cabe esperar de Zapatero para que se cumpla lo consensuado en Niza, si el dirigente del PSOE, por criticar al PP en las pasadas elecciones, le retiró el apoyo a Aznar por lo logrado?
 
Con Niza, España y Polonia podían aspirar a bloquear decisiones en el seno de la Comisión, una vez que consiguieran el apoyo de un grupo de pequeños estados, por mucho que, como contrapartida, nuestro país pasara en el Parlamento Europeo de tener 64 eurodiputados a una previsión de 54 en las próximas elecciones.
 
Pero, ¿para qué querría ahora nuestro gobierno tener capacidad de bloqueo -y por tanto de decisión- en el seno de la Unión si su presidente está dispuesto a ser el siervo del perjuicio a España disfrazándola de europeismo?.
 
La maquina de manipulación tendrá incansablemente que vender que lo malo es bueno y lo bueno, malo. El origen de esa etapa orweliana en la que acabamos de entrar es que la mayoría de los españoles estén celebrando tanto como los terroristas la vuelta de nuestras tropas de Irak. ¿Cómo explicar que Zapatero condecore a unos soldados por hacer en Irak algo que ZP les ha ordenado que dejen de hacer? ¿Cómo explicar que la ministra de Agricultura acepte ahora como un triunfo lo que se negó a aceptar de salida en las negociaciones de Luxemburgo?
 
Orwell nos describió el “Ministerio de La Verdad” en su obra 1984; Con veinte años de retraso, lo va igualar el Ministerio de Trolatinos.

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