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Juan Manuel Rodríguez

Grecia y Lordi, dos catástrofes naturales

Eurovisión es la prolongación natural de las Eurocopas o los Mundiales. Un día mandamos a Remedios Amaya, otro a Mikel Herzog y otro a Patricia Kraus. Nunca lo tenemos claro. No sabemos a qué jugamos. Y así nos luce el pelo.

El miércoles coincidí con el entrenador argentino Angel Cappa en Popular Televisión. Ignacio Villa tuvo el detalle de invitarme a un debate que giró alrededor de la selección española de fútbol y su futuro en el próximo Mundial de Alemania. Allí estuvieron también "Cacho" Heredia, Carlos Toro, José Miguélez y Miguel Ors. Y Cappa dio en el clavo cuando aseguró que el problema de España es que nunca sabía a qué jugaba. Brasil sí lo sabe. Italia también. Argentina y Alemania lo saben, pero... ¿España? Nacho nos preguntó sobre los posibles favoritos y, todos a una, como si de repente hubieran trasladado los platós de la calle Lago Titicaca a Fuenteovejuna, nos abalanzamos sobre él: "¡Brasil, Brasil, Brasil!" Por detrás de Brasil, los de siempre: Italia, Inglaterra, Holanda, Argentina, Alemania... En definitiva, nada nuevo bajo el sol de Munich.

Recuerdo que, una semana antes de que empezara la Eurocopa de Portugal, hicimos una quiniela similar en El Tirachinas. En aquella ocasión no pudimos votar por Brasil, pero volvieron a salir los mismos candidatos de siempre. Y sin embargo la selección que ganó el título fue Grecia. Cappa, como siempre tan original, definió el éxito griego como catástrofe natural y yo le dije que no estaba muy seguro de que pensaran lo mismo en Grecia. La selección de Otto Rehhagel fue duramente criticada por todos, incluido el propio Joseph Blatter, pero parafraseando a Cappa, aquel equipo sabía a qué jugaba. O a qué no jugaba. Los "jugones" tendrían que haber sido capaces de desentrañar aquel sistema ultradefensivo, pero Grecia fue superando, uno a uno, todos los envites hasta lograr la victoria en la final ante Portugal gracias a un gol de Charisteas.

Grecia ganó la Eurocopa, y Lordi, un grupo finlandés de rock duro, acaba de ganar Eurovisión con la canción "Hard Rock Hallelujah". La verdad es que no he oído (ni tampoco visto) una cosa más horrible en mi vida, pero Lordi supo desde el primer instante a qué jugaba y se llevó la friolera de 292 votos. Nosotros mandamos a las Ketchup y quedamos cuartos por la cola. Y eso que Andorra nos regaló doce puntos. Eurovisión es la prolongación natural de las Eurocopas o los Mundiales. Un día mandamos a Remedios Amaya, otro a Mikel Herzog y otro a Patricia Kraus. Nunca lo tenemos claro. No sabemos a qué jugamos. Y así nos luce el pelo. Da la impresión de que Luis Aragonés quiere romper esa tendencia. Y, además, quiere romperla jugando por abajo. Ojalá no se nos tuerza el seleccionador y lleve sus ideas hasta las últimas consecuencias. Como Rehhagel. O como Lordi. Dos catástrofes naturales muy celebradas en Grecia y Finlandia respectivamente.

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