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Juan Morote

¿ANV? La culpa es de D'Hont

El PSOE quiere llegar a las elecciones vascas en un hipócrita son de paz. Pretende asumir el discurso de una parte del PNV, y presentarse separando lo policial de lo político.

Si se ha intensificado la lucha policial contra la ETA, ¿por qué no se ha procedido a ilegalizar a los ayuntamientos gobernados por Acción Nacionalista Vasca (enésima marca de ETA)? Ésta es la pregunta que se formula cualquier ciudadano de bien. Si el objetivo es terminar con la ETA, resulta complicado entender cómo además de detener delincuentes, no se les cierran las fuentes de financiación y las expectativas electorales.

Para analizar adecuadamente lo que está sucediendo, no podemos pasar por alto la degeneración del PSOE. Los socialistas (hace ya tres cuartos de siglo) invirtieron su prelación de objetivos, pasando a primar su continuidad en el poder por encima de cualquier otra circunstancia. Es decir, es más importante mantener la agencia de colocación de amigos y el expolio continuado del contribuyente presente y futuro, que los intereses de los ciudadanos. Siempre he pensado que los socialistas tenían mucho del Sheriff de Nottingham y nada de Robin Hood.

El PSOE quiere llegar a las elecciones vascas en un hipócrita son de paz. Pretende asumir el discurso de una parte del PNV, y presentarse separando lo policial de lo político. Para ocultar su verdadera intención, Bermejo, en compañía de otros, anda excretando excusas legales carentes de cualquier fundamento jurídico.

La verdadera razón por la cual el PSOE no disuelve los ayuntamientos gobernados por ANV es exclusivamente un cálculo electoral. El PSOE quiere ganar las elecciones en el País Vasco y la presencia de cualquier marca de ETA-Batasuna, le favorece. Si ETA-Batasuna no concurriese a los comicios, buena parte de sus votos recaerían en el PNV/EA. El art. 12 de la ley electoral vasca, establece un sistema de reparto que prima las listas con más sufragios, todo lo cual, al PSOE, no le interesa en absoluto. Puesto que los nueve escaños obtenidos por los proetarras irían a engordar las arcas del PNV.

Si recordamos lo sucedido, vemos que el País Vasco se divide en tres circunscripciones, cada una de las cuales decide 25 escaños. En las últimas elecciones (2005), el PSOE le recortó 9 escaños al PNV/EA (PSOE +5 y PNV -4), quedando con 29 los nacionalistas de Arana, Arzalluz y Atutxa, esto es, a 9 de la mayoría absoluta. El PSOE (18) y el PP (15) juntos quedaron a sólo 5. Sin embargo, los etarras subieron de 7 a 9, mejorando los resultados de su anterior marca, Euskal Herritarrok (Batasuna).

Si ETA-Batasuna no concurriese, cabe manejar la hipótesis de que el 55% de sus votos fuesen al PNV/EA, y el 15 % a EB, de esa forma el resultado por provincias, extrapolando el voto del 2005, sería el siguiente:

 

VIZCAYA

GUIPÚZCOA

ÁLAVA

TOTAL

PNV/EA

13 (11*)

14 (10*)

10 (8*)

37 (29*)

PSE

6 (6*)

5 (5*)

7 (7*)

18 (18*)

PP

4 (5*)

3 (3*)

7 (7*)

14 (15*)

EB

2 (1*)

2 (1*)

1 (1*)

5 (3*)

ARALAR

0

1 (1*)

-

1 (1*)

*Resultado real de las elecciones del 2005.

Como vemos, la simulación arroja que si ETA-Batasuna no concurriese a las elecciones, el gran perjudicado sería el PSE/PSOE y el gran beneficiado el PNV. Sin duda, pues, la culpa de que ETA-Batasuna concurra a las elecciones "no la tiene el PSOE", sino el egregio profesor de civil y financiero de la Universidad de Gante, don Victor D'Hont. Él es, sin duda, el responsable de haber ideado el criterio de reparto que favorece el repugnante juego del PSOE con la vida y la libertad de los ciudadanos del País Vasco, en aras de la mejora de su resultado electoral. ¡Qué asco!

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