¿Debemos suponer que en este caso los lujos no proceden de la explotación, sino que son los trabajadores mismos los que, agradecidos por sus grandes servicios, les ofrecen de buena gana el dinero suficiente para que disfruten de la vida?
Pío Moa
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juancaro dijo el día 5 de Octubre de 2010 a las 23:56:
Ciertamente no dejo de asombrarme de la estulticia de tanto escribano. No es que parezca una epidemia sino que es un factor global y endémico.
Incluso suponiendo una motivación bastarda (subordinación, compadreo, parcialidad, ...) no hace falta ser un genio para armar una mejor argumentación porque lo hacen tan rematadamente mal que hasta un crío les puede rebatir.
Ciertamente, lo ponen "a huevo". Y claro, la estocada les llega hasta el fondo mientras el torero, en este caso Pío, mira al tendido con arrogancia. Y no se me enfade que es un decir.
Ciertamente no dejo de asombrarme de la estulticia de tanto escribano. No es que parezca una epidemia sino que es un factor global y endémico.
Incluso suponiendo una motivación bastarda (subordinación, compadreo, parcialidad, ...) no hace falta ser un genio para armar una mejor argumentación porque lo hacen tan rematadamente mal que hasta un crío les puede rebatir.
Ciertamente, lo ponen "a huevo". Y claro, la estocada les llega hasta el fondo mientras el torero, en este caso Pío, mira al tendido con arrogancia. Y no se me enfade que es un decir.