Están convencidos de que la gente quiere cambiar de gobierno por cambiar, no porque la política que estén siguiendo sea errónea. Están convencidos de que si roban un poquito menos y no tocan nada de lo demás la gente les apoyará indefinidamente.
El problema es que mientras la gente no perciba que el primer problema que tienen es "la casta", no hay nada que hacer.
¡Viva Guillermo Leibniz!
Como dirían los funcionarios que están enfadaditos, "¡No cambiéis nada, que todo va de maravilla!"
Rajoy dirá, dentro de unos años, "A mí no me eligieron para hacer reformas, sino para calentarle el sillón de presidente al que venga después."

Sí; parece que si llega a gobernar el pp ahora (bueno, ahora ahora no), no será sino un turno, y cortito, como si nada: los muertos que vos matáis, gozan de buena salud. A ver si entre los chinos y los tunecinos nos sacan las castañas del fuego.