Menú
Daniel Rodríguez Herrera

No me lea mucho

Las rebajas son el mecanismo más clásico, y este del Times es otro: de ti, que no te importo, saco lo que me paguen de publicidad y de aquel, que besa el suelo por el que piso, le saco hasta el último céntimo.

En el año 2005, el New York Times intentó obligar a sus lectores a pagar por acceder a su hemeroteca digital y leer a sus columnistas. El programa se llamó Times Select y fue abandonado dos años después. Pero cada vez más necesitado de fondos, como todas las grandes cabeceras de papel, ha decidido volver a intentarlo una vez más.

El esquema es sencillo: si es usted lo que en el argot se denomina paracaidista, es decir, llega a nuestra web por Google o el enlace de un blog u otro medio semejante no tendrá que pagar, hasta un límite de 20 artículos mensuales. En cambio, si es un parroquiano, o lo que es lo mismo, emplea la web del New York Times de forma regular para informarse, tendrá que pasar por caja. Aún no se han anunciado los precios, aunque se esperan que estén por debajo de los 20 dólares mensuales y la intención podría ser ingresar seis millones de dólares al mes, frente a los 10 al año que ganó con su anterior experimento.

A bote pronto, la cosa suena fea. Tratas a tus mejores clientes peor que a quienes no les interesas un carajo. Pero tampoco es nada excesivamente nuevo. Al fin y al cabo el valor es subjetivo y por lo mismo por lo que yo podría estar dispuesto a pagar un pastizal quizás tú no lo querrías ni gratis. De modo que las empresas intentan, en la medida de lo posible, discriminar entre sus clientes y lograr que los más ansiosos o menos preocupados por el precio paguen más. Las rebajas son el mecanismo más clásico, y este del Times es otro: de ti, que no te importo, saco lo que me paguen de publicidad y de aquel, que besa el suelo por el que piso, le saco hasta el último céntimo.

¿Funcionará? Hombre, algo sí. Pero no creo que tanto como esperan. Los únicos diarios que han logrado cobrar con éxito por los contenidos son los económicos como el Wall Street Journal y el Financial Times y es lógico: ofrecen información especializada para un público generalmente de alto poder adquisitivo y, por tanto, menos sensible al precio. Parece dudoso que un diario generalista pueda repetir la jugada con un éxito similar.

En Tecnociencia

    0
    comentarios
    Acceda a los 1 comentarios guardados