No espero nada del grupo PRISA ni de Juan Luís Cebrián, el único motivo para desautorizar públicamente a Zapatero es de carácter táctico, no ideológico. Don Juan Luís Cebria comparte con Zapatero su odio a España como nación y si está dispuesto a hacer como si no conociese a Zapatero de nada es por lo mismo que Pedro negó al Mestro, por puro miedo y por puro cálculo porque aunque; es perfectamente consciente de que el desapego e incluso el desprecio de la sociedad española no es más el justo precio de aquel que considerando que la nación española era un concepto discutido y discutible sin embargo ha tenido de la desfachatez de postularse para regir esa nacón en la que decía no creer y de la que ha vivido 8 años mientras procedía a desguazarla, sin emabargo sabe que precisamente por eso mismo su secta progresista va a tener que volver a las catacumbas y para controlar y manipular la reacción de la sociedad española y, eventualmente, desarticularla, en un momento dado, intenta fingir como monja escándalizada ante el caos que observamos. Juan Luís Cebrián no quiere permitir una atutentica reacción que suponga una reforma Constitucional que acabe con la ley electoral implantando una circunscripción única que rompa el dogal de acero que ha pesado sobre la sociedad española durante 30 años, consistente en la alianza de separatistas y progresistas. Y si es necesario sacar a la gente a la calle para impedirlo lo hará. Esta buscando ganar tiempo para reorganizar el progresismo español que ha caído víctima de su propio éxito.
Los pichas estos del país están tan ahogados que necesitan convertirse rápidamente en el periódico que recoja el muy progre indignamiento antiPP, situación que confían se consolide en el mismo minuto uno de la nueva legislatura.
Pobres ignorantes que no se han enterado de que Europa no quiere ser progre y ni con esos truquis desesperados van a levantar sus cabecitas de chorlito.
Nosotros, aunque un poco retrasados, y por mucho que les pese a los fanáticos tercermundistas del socialismo y a sus hermanos del primitivismo nazionalista, somos Europa.
Es lo que pasa por tener como intelectuales a esos personajillos de la farándula: que no se enteran de nada.
Hombre, no llegará porque las cámaras serían disueltas automáticamente el día tres de marzo, y los idus de marzo son exactamente el día quince.
A mí me gustaría que Zapatero hiciera como Castelar y mandase un telegrama (un tuit, diríamos hoy) diciendo que llegó bien, y colorín colorado.
Si los votantes socialistas tuvieran una sola neurona en su sitio, este partido sacaría exactamente cero escaños en el Congreso y cero escaños en el Senado. No es que me guste la perspectiva de ver a Arriola saliendo por la puerta grande a hombros de doscientos veintidós diputados peperos, pero parece inevitable. Lo normal sería que UPyD supere la cincuentena de diputados y que IU supere la veintena. Y veremos a los etarras de diputados. Y cómo los jueces los echan del Congreso, obedientes (ahora también) al gobierno que será de Rajoy. Y veremos miles de manifestantes denunciando la «injusticia» de echar a los etarras de las instituciones del Estado. Vamos a ver, si el Señor no se apiada de nosotros, cosas increíbles, que harán que España parezca una antigua República Soviética. Nuestro pobre país va a ser el espectáculo político mundial de los próximos dos o tres años.
Eso sí, la economía estará muy bien gestionada... hasta que Gallardón herede o vuelva otro socialista.
¡Que le corten la cabeza!, ¡Hombre, D. José, eso es muy poco!