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Cristina Losada

Los sueldos de Olli Rehn y Elena Valenciano

La número dos del PSOE no es una proleta que malvive con trabajos temporales. Es una diputada que gana sus buenos sesenta mil al año.

La número dos del PSOE no es una proleta que malvive con trabajos temporales. Es una diputada que gana sus buenos sesenta mil al año.

La vicesecretaria del PSOE se ha indignado con el vicepresidente de la Comisión Europea porque apoyó la sugerencia del FMI de que en España, a fin de crear empleo, se reduzcan un 10 por ciento los sueldos. Lejos de entrar en la racionalidad económica de la propuesta, Valenciano entró en la chabacanería. Acusó a Olli Rehn de querer empobrecer más a los españoles y desnutrir más a los niños "desde su agosto privilegiado", y denunció que se gasta en dos cenas lo que ganan en un mes millones de trabajadores.

Antes de entrar en la sans-culotterie de Valenciano, hay que recordar que la propuesta del Fondo y la Comisión es compartida por muchos economistas. Por ejemplo, Paul Krugman. El premio Nobel, que no es sospechoso de conservador o neoliberal, sostiene desde hace varios años que los países de la Eurozona menos competitivos respecto de Alemania deberían hacer una reducción salarial del 20 por ciento –acompañada de una bajada de precios– a fin de ganar competitividad y salir de la crisis.

No es que Krugman y los demás quieran jorobar a los curritos españoles. Es por el euro. Si pudiéramos devaluar la moneda, como hicieron los Gobiernos de Felipe González, conseguiríamos los mismos efectos y la dirigente del PSOE nos ahorraría sus brotes peronistas. Como no podemos, como el euro carece de instrumentos para afrontar una crisis asimétrica, hemos de hacer el vía crucis mediante la devaluación interna. De haber empezado antes, cuando Zapatero, a realizar el ajuste vía salarios en lugar de vía empleo, es probable que nuestras tasas de paro fueran hoy significativamente menores.

Hay personas que ante la realidad económica no pierden la profesionalidad por mucho que profesen una ideología. Hay otras a las que se les va el criterio por el desagüe de la demagogia y ceban el populismo como si nunca fuera a estallarles en la cara. Y claro que puede estallarles. Ese grito de Valenciano contra Rehn, eso de que gasta en dos cenas lo que ganan muchos trabajadores, tiene recorrido de vuelta. Naturalmente.

La número dos del PSOE no es una proleta que malvive con trabajos temporales. Es una diputada, antes eurodiputada, que gana sus buenos sesenta mil al año, según cálculos –aún incompletos– de la web Sueldos Públicos. Menos que Olli Rehn, pero tres veces más que el sueldo medio en España. Ya puestos en su tono, igual resulta que en un par de tardes se gasta en ropa lo que cobran al mes millones de asalariados. Metidos en ese barro, la vicesecretaria es tan privilegiada como el comisario.

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