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Miguel del Pino

Manolo, el lobo solitario

El lobo acusado de la muerte de más de un centenar de ovejas esta sembrando el temor y la indignación entre los ganaderos aragoneses.

El lobo acusado de la muerte de más de un centenar de ovejas esta sembrando el temor y la indignación entre los ganaderos aragoneses.
Canis lupus italicus. | Wikipedia - Bernard Landgraf

Hace tiempo que teníamos certeza sobre la existencia de un corredor, a través de los Pirineos, por el cual el lobo italiano podría estar entrando en nuestra Península, al menos en forma de ejemplares aislados: "Manolo", un lobo solitario que está sembrando tanto temor como indignación entre los ganaderos de Los Monegros, parece ser la prueba definitiva.

Se trata de uno de esos animales salvajes que se convierten en leyenda: "Manolo" es acusado de la muerte de más de un centenar de ovejas, los datos más fiables hablan de 117, además de otras muchas lesionadas y de una burrilla que escapó de milagro. Este eficaz depredador parece ser extraordinariamente astuto a la hora de escapar del furor de los ganaderos.

Si las suposiciones son ciertas y este lobo solitario procede de los Alpes italianos, habría que reconocerle la capacidad de superar la distancia de casi mil kilómetros hasta su afianzamiento, al menos por ahora, en Los Monegros aragoneses. El lobo es un gran marchador pero de todas formas se trata de una verdadera proeza.

Félix Rodríguez de la Fuente solía adjudicar apodos a los animales más hermosos o más emblemáticos de nuestra fauna; para el gran naturalista la gineta era "la bella matadora" el lince "el fantasma de los jarales" y el lobo el "bandolero y el proscrito": "Manolo" parece justificar este último apodo, por la eficacia y lo imprevisible de sus ataques al ganado.

Las "hazañas" de "Manolo", nombre que le han adjudicado los ganaderos aragoneses, no han tardado en rozar la exageración: se dice que es capaz de escapar a 55 km/hora aventajando a los vehículos que han intentado perseguirlo sin éxito, y que es listo como un diablo a la hora de esconderse hasta su próximo ataque: eterna mitología, mezcla de odio y de admiración, que eternamente acompaña al lobo.

El reguero de presas víctima de "Manolo" se remonta a la primavera de 2017; para los naturalistas expertos en la biología del lobo no resulta descabellada la existencia de la conexión pirenaica entre las subespecies lobunas ibérica e italiana, y de establecerse de manera más firme tal relación la hibridación entre ambas será inevitable.

Los lobos italianos se diferencian morfológicamente de la subespecie ibérica tanto en coloración como en las proporciones generales de su cuerpo y cabeza: la subespecie italiana Canis lupus italicus es más longilínea y de mayor altura, con cabeza y rostro más afilados y color general grisáceo. Los lobos españoles Canis lupus signatus son de coloración más parda y muestran unas características señales oscuras en el dorso de las patas delanteras.

Hasta que ha saltado a las páginas de la prensa, en concreto hoy en el periódico El Mundo, el corredor lobuno Italia-España era sólo un hecho de interés científico; a partir de ahora será también una noticia de interés general que provocará, como siempre que aparece en escena el lobo, no pocas controversias. "Manolo" se va a hacer muy popular, y esta popularidad le acarreará seguramente la ruina.

Los lobos solitarios, como parece ser el caso de nuestro protagonista, no suelen ser abundantes en una especie que es habitualmente social: suele tratarse de individuos expulsados de su horda por un macho dominante que, ganador de la pelea, conmina el perdedor a buscar la salvación en la huida.

Si no consigue integrarse en otra horda que carezca de individuo alfa por haber sido abatido, el lobo solitario merodeará en busca de nuevos territorios, alcanzando en ocasiones distancias tan grandes como la del caso que nos ocupa: una manada desestabilizada es generadora de individuos aislados, generalmente machos, aunque también pueda darse el caso de hembras temporalmente solitarias.

Desde el punto de vista funcional no debe hablarse de número de ejemplares cuando se trata de realizar censos sobre las poblaciones lobunas, ya que la unidad funcional no es el individuo sino la manada. Cuando es necesario realizar gestiones de control conviene recordar que si es abatido el macho alfa, que suele ser el más buscado, el resto de la horda, desestabilizada, se dispersará en peligrosas correrías de rapiña más dañinas e incontrolables.

Dentro de las leyendas que suelen acompañar todas las noticias referentes al lobo, ya ha comenzado a acusarse a los ecologistas sobre el origen del problema de" Manolo". Según fuentes tan radicales como mal informadas, "Manolo" formaría parte de una serie de lobos italianos introducidos en Italia para hibridarse con los españoles. Que nadie crea estas historias, aún menos creíbles que la de la mismísima Caperucita.

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