Eduardo Fungairiño, fiscal jefe de la Audiencia Nacional en años cruciales de la lucha antiterrorista, falleció este domingo a los 73 años de edad.
Su labor concienzuda y tenaz se tradujo en la instrucción de numerosas investigaciones sobre ETA, algunas de las cuales desembocaron en el procesamiento de sanguinarios criminales como Henri Parot, Kantauri o Santi Potros. Fungairiño representó asimismo al Ministerio Público en procesos como el de la matanza etarra de Hipercor, en la que fueron asesinadas 21 personas y medio centenar más resultaron heridas.
Su desempeño en la Audiencia Nacional fue de todo punto admirable, y tuvo especial repercusión en la colaboración judicial con Francia, tradicional refugio de los terroristas vascos que, en buena medida por el empuje de personas como Fungairiño, acabó por implicarse verdaderamente en la lucha contra ETA. Los frutos más provechosos de la colaboración franco-española fueron los sucesivos golpes policiales que acabaron por descabezar a la organización terrorista nacionalista.
El empeño admirable del heroico Fungairiño (miembro del grupo de juristas de la Audiencia Nacional conocido como Los Indomables) y su extraordinaria aportación a la lucha antiterrorista le pusieron en el punto de mira de ETA, que trató de asesinarlo con un paquete bomba. También acabaron suponiendo su defenestración en 2006, en plena negociación de José Luis Rodríguez Zapatero con la banda terrorista a la que a día de hoy siguen admirando Bildu y su capo Arnaldo Otegi, entrevistado estrella en la RTVE de la comisaria socialista Rosa María Mateo.
El encargado de orquestar su expulsión de la Audiencia Nacional fue el descalificable Cándido Conde Pumpido, aquel fiscal general que afirmó que las togas de los fiscales debían enfangarse a la mayor gloria del Gobierno al que, contraejemplo del gran Fungairiño, servilmente servía. Tan solo un mes después de la purga socialista de Fungairiño, la ETA negociadora con Zapatero anunciaba un alto el fuego.
La vil persecución de que fue objeto Fungairiño por parte del infame Gobierno Zapatero y sus terminales mediáticas provocó una notable reacción ciudadana, que se materializó en un sentido homenaje al infatigable fiscal junto al monumento a la Constitución de Madrid; además, no pocos recurrieron a Libertad Digital para trasladarle sus mensajes de apoyo y gratitud.
Este domingo, España ha perdido a uno de sus servidores más leales. Su compromiso con el orden constitucional y el Estado de derecho le convierten en todo un ejemplo, digno de recordación constante. Descanse en paz D. Eduardo Fungairiño Bringas, fiscal indomable, español ejemplar.