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Guillermo Domínguez

FC Barcelona: una auténtica 'calamitat'

El que acaba de finalizar es el peor mercado de fichajes que se recuerda en Can Barça en los últimos tiempos.

El que acaba de finalizar es el peor mercado de fichajes que se recuerda en Can Barça en los últimos tiempos.
Joan Laporta, presidente del FC Barcelona. | EFE

Sin lugar a dudas, el que acaba de finalizar es el peor mercado de fichajes que se recuerda en Can Barça en los últimos tiempos. Joan Laporta volvió a la presidencia del club hace ya seis meses —sí, queridos lectores, el tiempo no corre, sino vuela— cargado de promesas electorales, vendiendo mulas ciegas, sordas y cojas que el soci no dudó en comprar a las primeras de cambio. De los tres candidatos en los comicios —los otros dos fueron Víctor Font y Toni Freixa—, fue el que mejor convenció a la masa social azulgrana: parecía que Leo Messi se iba a quedar a toda costa, por lo civil y por lo criminal… pero no.

No sólo se ha ido Messi, sino que también Antoine Griezmann, el jugador que estaba llamado a pilotar la nave azulgrana ante el adiós del rosarino, también ha acabado haciendo las maletas, en su caso de vuelta al Atlético de Madrid. Nunca debió irse el Principito del Metropolitano, y menos a un equipo donde, a todas luces, iba a estar eclipsado por el que, según muchos, es el mejor futbolista del mundo y hasta de la historia. Una marcha, la de Antoine, para terminar metiendo la pata hasta el corvejón en la calle Arístides Mallol.

En lugar del francés ha llegado Luuk de Jong, un delantero que, por mucho que conozca Ronald Koeman, no ilusiona en absoluto al seguidor culé. De ser un jugador relegado al ostracismo en el Sevilla (Lopetegui prefiere a En-Nersyri y Rafa Mir) a una de las tablas de salvación a las que se agarran Laporta, su Junta y la dirección deportiva para compensar, si es que se puede, una plantilla que tiene una pinta espantosa, casi indigna de un club que presume de ser més que un club.

Catorce salidas este verano y sólo cuatro caras nuevas: Agüero, Memphis Depay, Eric García y De Jong. Tres delanteros y un defensa. Todos ellos a coste cero pero la mayoría con fichas muy altas. De los cuatro, el único que ilusiona es Memphis, un jugador que encaja muy bien en el equipo, que llega con buen bagaje de Francia y que ha empezado como un tiro en el Camp Nou. Eric García tiene buena pinta, sí, pero aún está por hacer, mientras que el Kun ya es talludito y su protagonismo y relevancia en este equipo se antojan escasos. Veremos De Jong, pero cuando eres el tercero en discordia en el Sevilla….

La deuda en el Barcelona es ingente (un total de 1.173 millones de euros) y la gran preocupación es ajustar la masa salarial para cumplir el fair play financiero, de ahí que el club haya sido incapaz de inscribir a Leo Messi al tratarse de un nuevo contrato, que no renovación. Con las salidas del argentino y de Griezmann, el Barça se ha ahorrado 150 millones en salarios, que no es poco de pavo, pero pierde la friolera de 60 goles por temporada. En este punto, resulta incomprensible que el club haya fracasado en su intento de dar salida a jugadores que no cuentan para Koeman y que tienen fichas elevadísimas como son Pjanic, Coutinho y Umtiti. Un fracaso a todas luces.

El Barça ha pasado de tener en sus filas a Leo y Antoine a contar con Memphis y De Jong como referentes ofensivos junto a Martin Braithwaite y el Kun. Al menos a día de hoy. Veremos cuando vuelvan Coutinho, Dembélé y sobre todo Ansu Fati, el joven hispano-guineano que, sin complejo alguno, se ha atrevido a coger el dorsal 10 de Leo, aunque lo cierto es que el internacional español lleva ya mucho tiempo parado (más de diez meses) y las dudas sobre su rodilla izquierda están bien infundadas.

Aún recuerdo cómo, hace poco más de cuatro años, el Barça asustaba en Europa con la MSN: Messi, Suárez y Neymar. Ninguno de los tres sigue vistiendo ya la camiseta azulgrana: dos de ellos vuelven a estar juntos, ahora en el París Saint-Germain, mientras que el uruguayo es la estrella del Atlético de Madrid, favorito número uno para reeditar título de Liga, junto a los Marcos Llorente, Joao Félix, Correa, Carrasco, Koke, De Paul… y ahora, otra vez, Antoine Griezmann. Un equipazo que ya querrían para sí los demás clubes de LaLiga.

Mientras en el Metropolitano se ven con una plantilla que jamás hubieran soñado, en el Camp Nou las peores pesadillas se han hecho realidad. Lo dicho: una auténtica calamitat. Pero en esto del deporte rey nunca se sabe y quizá veamos dentro de unos meses al Barça peleando por la Liga o incluso ganando el gran título del fútbol español que se le ha escapado en las dos últimas temporadas. Y dos años son muchos años para un club que, hasta hace poco, estaba acostumbrado a ganarlo todo.

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