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Orgullo atlético por Correa frente a un homenaje carente de sentimiento

La afición agradece el compromiso del argentino mientras muchos se quejan del soso homenaje del club a los socios que alcanzaron los 25 años.

La afición agradece el compromiso del argentino mientras muchos se quejan del soso homenaje del club a los socios que alcanzaron los 25 años.
Orgullo atlético por Correa frente a un homenaje carente de sentimiento | @Enniosotanaz

25 años. Se dice pronto. Un cuarto de siglo. Y cada uno de esos años, sin faltar ni uno solo y seguramente con momentos económicos difíciles en muchos de los casos, aficionadas y aficionados del Atlético de Madrid han estado religiosamente al lado de su equipo priorizando muchas veces su pasión a momentos en los que la cabeza y sobre todo la cartera te dicen que no puedes seguir haciéndolo. En corazón, cabeza y también a nivel monetario, 25 años al lado del Atlético de Madrid. Pero cuando llega el momento de que el club te dé las gracias con un acto de homenaje y una insignia que para muchos vale más que cualquier título, el club te da una pequeña palmada en la espalda, te da la insignia, unas carteles como en Ikea para encontrar la salida y te mandan a casa.

Esto que estoy contando aquí no lo he vivido yo sino muchos socios del Atlético que ayer se llevaron una decepción tremenda con su club tras un homenaje que, ni mucho menos, les ha dejado satisfechos. Las redes sociales se han llenado de comentarios que describían la frialdad del acto. Se habla de "poco sentimiento" o de "falta de pertenencia", algo que curiosamente es lo que el club, copiando el mensaje muchas veces repetido por Simeone, ha repetido hasta la saciedad reflejándolo como seña de identidad de la institución. 25 años esperando este momento y la gente salió del estadio, es decir, de la que se supone que debe ser su casa, con la sensación de haber visitado el piso de otra persona.

El Atlético debe y sabe hacer las cosas mucho mejor. Lo hemos visto hace pocos días con el homenaje a Koke en el Civitas Metropolitano. El club y la organización de este homenaje al jugador con más partidos en la historia del club fue espectacular. Detalles cuidados, familia, amigos, exjugadores, leyendas... todo al servicio de un jugador con 556 partidos enfundándose la elástica colchonera. Lo merecía Koke, por supuesto, pero ¿saben cuántos partidos han defendido la elástica colchonera desde la grada estos aficionados que suman 25 años de socios? Pues si son abonados cuenten 19 partidos de Liga por temporada, encuentros de Champions, Copa del Rey, Supercopa de España, Europa League, Copa de la UEFA, Intertoto... Pongamos que 25 por año, por ejemplo. Ya son 625 partidos defendiendo la camiseta del Atlético desde la grada. Y los que lo hacen desde casa, ídem. ¿De verdad no se merecían algo más? Porque tras un breve paseo por las instalaciones, algo que puede hacer cualquiera con el Tour del club, uno de las detalles fue darles un vale para canjear por una cerveza en un puesto de la calle. No dentro del campo o en el césped. Fue en la calle. Y si era sin alcohol, como comenta el socio @Enniosotanaz en Twitter, tenías que pagar un suplemento de 2 euros.

El Atlético, repito, hace cosas bien, como la organización del sábado en el Día de las Peñas y las actividades dentro y fuera del estadio, sin embargo, me parece importante darle visibilidad e importancia a fallos que, en mi opinión, restan sentimiento y sensación de pertenencia con el socio. Escudo, estadio, camisetas... el aficionado colchonero siente que no se respetan sus tradiciones y esto no ayuda a reconciliarse con ellos. Ojo, tampoco piden tanto. Quieren sentirse representados y ahora es cuando hilo este tema con el otro mencionado en el titular de este columna. El Atlético se siente orgulloso de gente como Correa. Compromiso como titular y compromiso como suplente. Sin malos gestos en las malas y sin creerse más de la cuenta en las buenas. Porque se suele criticar a Simeone con frases como "prefiere a Correa antes que a Joao Félix" y viendo la actitud del segundo desde 2019 hasta ahora, que ya son 3 años, esa frase me parece un elogio a Simeone.

Eso sí, más allá de Correa y del pésimo homenaje a los socios, no puedo dejar pasar esta columna sin volver a criticar una vez más la poca ambición y la poca exigencia del Atlético. Porque el partido ante el Girona fue, una vez más, infumable. Digno de 3 Red Bulls para aguantar el ritmo de un encuentro que encima pilló a muchos haciendo aún la digestión. Ni siquiera marcando nada más comenzar el partido, el Atlético liberó sus ansiedades y se fue al ataque para ofrecer un buen espectáculo. Ganó de milagro. Pudo empatar o incluso perder el encuentro si no es por Oblak. Y se acaban ya las excusas. De los jugadores y también del Cholo. Unos por falta de intensidad y el míster por permitirla. Si ante el Brujas no hay un cambio radical de actitud, el homenaje se lo darán los belgas en el Metropolitano. Atlético, espabila, y lo digo en todos los sentidos.

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