Dicen los más sabios del país que esto no es una democracia sino una cleptocracia. Quizá éste sea uno de los nudos gordianos de nuestra baja calidad democrática. La casta política solo aspira a vivir del sistema a costa de la ciudadanía. En otras palabras, la tragedia de España es clara: hay que votar a la acomplejada derechona para que se vayan los mafiosos de la izquierdona. Ningún votante sensato y desarrollado de la derecha puede resolver el enigma. Votan por la derecha democrática y, luego, ésta los traiciona. Sí, el lío de la "derecha sin remedio" ya ha empezado con sus pactos con los nacionalistas. Nadie se rasgue las vestiduras por las coaliciones del PP con los nacionalistas. Eran previsibles. Aquí lo he escrito más de una vez. No hay que ser muy listo para hacer ese tipo de predicciones. Quién conozca un poco a este personal de provincia, con todos mis respetos a las personas que se toman en serio su patria chica como parte de la patria grande, no le resultará extraño esos pactos por muy desagradable que sean.
Son acuerdos bochornosos y vergonzantes derivados de una interpretación de la Constitución digna de ser suprimida en todo lo que se refiere al Título VIII. Parece que el PP ya ha pactado con los canarios que odian a los godos, a España; y los "cabezas de huevo" del PP trabajan día y noche para aceptar un pacto de corte mafioso con un tal Revilla, personaje indeseable de Cantabria, para que se abstenga en la elección del presidente de esa comunidad que sería para uno del PP, naturalmente, el fulano de las anchoas exige que el PP no investigue la basura de sus "mil" años de desgobierno en colaboración con el PSOE en esa comunidad. Y mañana, ¿qué pasará mañana, si es que gana la derechona el 23 de Julio? Lo de siempre, es decir, los muchachotes polichinelas de Génova 13 negociarán con la escoria racista de PNV para que se abstenga en la posible investidura del jefe del PP para la Presidencia del Gobierno de España.
Y así, como quien no quiere la cosa, los dirigentes del PP, que no dirigen nada que no haya sido previamente establecido por los sociatas y los separatas, por los comunistas de Putin y los exterroristas de Otegui, seguirán engañando a sus votantes. Es la esencia de la casta política española: una vez que han sido votados, consideran que el escaño y la institución que lo acoge son de su propiedad privada… ¿A qué aspira esta derecha sin remedio? Lo desconozco, entre otras razones, porque no lo explican y, cuando balbucean algún argumento, no parece que vayan más allá de medidas de sentido común. Son, sin duda alguna, un poco más coherentes que Sánchez y los sindicatos "verticales" (CCOO y UGT), pero más acobardados y chuscos que la madre que los parió. Uno tiene la sensación de que solo quieren el poder, como los que están ahora, para forrarse. Ellos lo que quieren es estar ahí, o sea, instalarse en el poder para seguir mamando de la teta pública.
En este contexto de desesperación y bochorno ajeno, de desvergüenza de la clase política, es normal que aumente la abstención. La apatía política sigue siendo en España el fenómeno político por excelencia. ¿Cómo no va la gente a desesperarse con esta chusma de lacayos e imbéciles?, ¿cómo vamos a apostar sin reticencias por un partido que pacta con Revilla? Esto último supera cualquier cosa inimaginable. La impresentable casta política española es vomitiva en general, pero vista partido por partido es para largarse y no volver. Pero, sobre todo, la casta política española es ladrona por encima de todo. Los políticos españoles, sí, son todos unos ladronazos, porque se niegan a eliminar del Congreso de los Diputados cien escaños, como mínimo, de la población que no va a votar, porque le da asco un sistema de elección corrupto, y, lo que es peor, la casta política no quiere reformarlo. En fin, mientras no haya un partido que se tome en serio eliminar del parlamento español los escaños que corresponden al 25% de los que no van a votar, diré que los politicastros españoles promocionan antes una "cleptocracia" que una democracia.