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León XIII y el ordoliberalismo

El Rerum Novarum puede considerarse un precedente del ordoliberalismo, la escuela económica del siglo XX que promovió una economía de mercado regulada por principios éticos.

El Rerum Novarum puede considerarse un precedente del ordoliberalismo, la escuela económica del siglo XX que promovió una economía de mercado regulada por principios éticos.
León XIII. | Archivo

La elección de León XIV, quien adoptó un nombre que evoca a León XIII, ha sido interpretada como un guiño a la doctrina social de la Iglesia, con una agenda centrada en la dignidad del trabajo, la solidaridad y una crítica al neoliberalismo dominante, en línea con Rerum Novarum. El nuevo papa, un agustino con experiencia misionera en Perú y raíces en Chicago, es descrito como un líder conciliador que continuará el enfoque de Francisco hacia la inclusión y el diálogo. Su trayectoria en Hispanoamérica, donde enfrentó realidades de desigualdad brutal e injusticia estructural, podría reforzar un compromiso con los principios de justicia social que conectan a León XIII con el ordoliberalismo.

¿Cómo, un papa ligado al liberalismo? Sin duda, ya que anticipó a finales del siglo XIX la gran reforma del liberalismo, contra el ingenuo y destructivo laissez faire anarco-capitalista, que se concretó en el Coloquio Lippmann celebrado en París en 1938 y posteriormente se consolidó con la fundación de la Sociedad Mont Pèlerin, creada bajo el espíritu de los católicos Lord Acton y Tocqueville, donde triunfaron las tesis de los ordoliberales alemanes, dirigidos por Walter Eucken. Frente al liberalismo anarcoide de los liberales decimonónicos, al estilo de Herbert Spencer, el liberalismo se orientó hacia una versión social en la senda de la Escuela de Friburgo y la doctrina social de la iglesia católica, con el referente último de la muy española pero todavía más liberal Escuela de Salamanca.

El pontificado de León XIII marcó un hito respecto a la doctrina social de la Iglesia Católica con su encíclica Rerum Novarum, que abordó las desigualdades del capitalismo industrial y sentó las bases de una visión económica centrada en la justicia social, la libertad de conciencia y el bien común contra el relativismo nihilista que empezaba a despuntar y que daría pie a la posmodernidad consumista. Este documento no solo fundó la doctrina social católica, sino que también puede considerarse un precedente del ordoliberalismo, la escuela económica del siglo XX que promovió una economía de mercado regulada por principios éticos. La reciente elección del cardenal Robert Francis Prevost como León XIV, el primer papa estadounidense, sugiere una posible continuidad con este legado, dado el simbolismo de su nombre y su perfil pastoral, que evoca los ideales de justicia social y diálogo con el mundo moderno impulsados por León XIII, un papa intelectual que puso el tomismo de nuevo como perspectiva intelectual de los católicos, con su apuesta por el realismo, la objetividad y la unión clásica entre verdad, belleza y bien, que es también uno de los fundamentos del ordoliberalismo

El ordoliberalismo, desarrollado por economistas como Walter Eucken y Wilhelm Röpke, buscó una tercera vía entre el liberalismo laissez-faire y el socialismo, promoviendo un mercado competitivo regulado por un marco institucional que garantizara equidad y cohesión social. En Rerum Novarum, León XIII anticipó esta visión al defender la propiedad privada y la iniciativa individual, pero insistiendo en la regulación estatal apropiada para proteger a los trabajadores y corregir desigualdades. Su rechazo al capitalismo salvaje y al socialismo, junto con su énfasis en el bien común, es un precedente del concepto ordoliberal de un "orden" económico ético. Es como combinar a Santo Tomás con Adam Smith. Por ejemplo, León XIII abogó por salarios justos y la cooperación entre clases, contra el manchesteriano liberalismo depredador y el no menos destructor socialismo marxista, ideas que prefiguran la economía social de mercado implementada en la Alemania de posguerra.

A diferencia de León XIII, cuyo contexto era la Revolución Industrial, León XIV enfrenta desafíos globales como la polarización política, el retroceso de la democracia liberal por el populismo y la desigualdad económica en un mundo digitalizado. Sin embargo, su elección del nombre "León" y su primer discurso, que llamó a "construir puentes de paz" y promover la justicia, sugieren una intención de retomar la visión de una economía al servicio de la dignidad humana. Mientras el ordoliberalismo propuso un marco técnico para regular el mercado, León XIV podría actualizar los principios de Rerum Novarum para abogar por una economía global más equitativa, inspirada en la fraternidad cristiana y la libertad ordenada ordoliberal.

Aunque León XIII no desarrolló una teoría económica sistemática, su legado ético influyó en pensadores ordoliberales con raíces cristianas. La elección de León XIV indica que la Iglesia podría reavivar esta tradición para influir en el mundo contemporáneo, promoviendo un modelo económico que equilibre libertad, justicia y responsabilidad social. Ojalá se concrete el modelo de su antecesor y León XIV sea un papa ordoliberal.

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