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Manos Limpias: otra vez la Derecha marginal socorre a la Izquierda oficial

Pronto veremos si el alquiler es para un trabajo, al estilo de Chicago, o una integración permanente en el sanchismo judicial.

Pronto veremos si el alquiler es para un trabajo, al estilo de Chicago, o una integración permanente en el sanchismo judicial.
Manos Limpias | LD/Agencias

Pocos medios han destacado, salvo Libertad Digital, el súbito volantazo de Manos Limpias, que ha unido a su papel como acusación popular contra la familia de Sánchez el de defensor del propio Sánchez, como si no tuviera nada que ver con la corrupción que ML imputa a su familia. No está mal esta forma de conciliación: por la mañana, contra Begoña; y por la tarde, con el marido de Begoña; los días pares contra el hermano de Sánchez y los impares con Sánchez. O Miguel Bernad se ha vuelto loco o está demasiado cuerdo, pero no sabemos por qué motivo. Y cualquier hipótesis puede valer.

Manos Limpias sigue raudo la indicación de Bolaños

La organización que el Gobierno desprecia siempre como "de ultraderecha" se mostró preocupadísima por el "gravísimo atentado a la intimidad del presidente del Gobierno" justo después de que Félix Bolaños, el implacable enemigo de las acusaciones populares, hasta el punto de querer cargarse la Constitución para ilegalizarlas, hizo una intervención grotescamente bipolar a cuenta de los wasaps de Sánchez a Ábalos sobre el rescate de Air Europa y entre otras actuaciones políticas en favor de intereses privados, como los favorecidos por su esposa, favorecida por esos mismos intereses.

Después de haber defendido, al mismo tiempo y según fuera el portavoz, que los mensajes no tenían ninguna relevancia (Esther Peña, portavoz del PSOE) y que la tenían extrema y constituían un delito gravísimo (Oscar López, ministro del Gobierno del PSOE y su penúltimo líder en Madrid), el Gobierno y su Orfeón Corruptarra decidieron atrincherarse en la hipótesis del delito, achacable al medio que los ha publicado, el diario El Mundo.

Y sucedió que, cuando el orfeón bramaba desde la familia de la tele sanchista, Ábalos confirmó que esos mensajes eran veraces, y que él sabía que se iban a publicar, porque se lo había dicho el periódico, por si quería añadir algo.

El golpe era definitivo, porque confirmaba que Ábalos, fuera o no la fuente de los periodistas, apoyaba la revelación de las actividades delictivas del presidente del Gobierno, en los años de su privanza, y de vuelta a la misma, con el intermedio de los cuatro meses en que, según el sensible Sánchez, lo echó muchísimo de menos. Y esto sucedía cuando el Orfeón Corruptarra pedía la denuncia de ese periodismo abyecto, golpista, de bulo y fango, que, obligaban al Gobierno a denunciar ante los tribunales la fechoría.

Y va Bolaños y dice que aún no está claro si la publicación de los wasaps es delito o no, que puede ser denunciada o no ser denunciada, y que, en función de las evidencias disponibles, el Gobierno actuará o no actuará… pero que "cualquier persona u organización puede hacer esa denuncia". Y va Manos Limpias y anuncia que van a querellarse contra la publicación de ese gravísimo atentado contra la intimidad del presidente del Gobierno.

Un precedente de colaboración de la derecha marginal con el PSOE

Y ante la boca abierta de los medios presentes, el portavoz de Manos Limpias dice que ellos no quieren defender a Pedro Sánchez, sino a la institución de la Presidencia del Gobierno, que, según ellos, es lo que está atacando el diario El Mundo. No a Sánchez, publicando cosas de Sánchez en su condición de presidente del Gobierno, como es favorecer de forma ilegal a una empresa privada que financia a la esposa de Sánchez, sino a la Presidencia del Gobierno, así, en abstracto, a la que, por cierto, no ha hecho ninguna referencia el periódico, ni antes ni después de publicar los wasaps.

O sea, que Bolaños centra el balón que le quema en los pies, se olvida de que ese "cualquiera puede denunciar" es lo que él lleva meses atacando, y va la organización que más ha hecho lo que Bolaños ataca y remata de cabeza el balón, que sale fuera, mientras la testuz da en el palo. La coordinación no se veía desde los tiempos del 11-M, cuando la Izquierda en el Poder y sus sindicatos policiales tuvieron a la derecha marginal, tanto la mediática como bufetes habituales de defensa de la policía, en casos de denuncias por parte de los delincuentes o típicos de las cloacas de Interior.

Tampoco faltó el apoyo de sindicatos y medios muy, muy derechistas en un episodio posterior, pero directamente conectado con el 11-M, que fue el asalto y destrucción de la AVT, punta de lanza de todas las gigantescas movilizaciones callejeras contra Zapatero. La "rebelión cívica", como la llamaba Francisco José Alcaraz, fue llevada primero al banquillo, en la persona de su presidente, y luego, al banco, que financió su sustitución por oscuros personajes, más relacionados con el delito que con el uniforme. Está por hacer la historia de esa infiltración del Gobierno del PSOE, con Zapatero y Rubalcaba al frente, en las organizaciones civiles de oposición. Esta voltereta de Manos Limpias sería el último episodio. O el penúltimo.

Disparates y contradicciones de Manos Limpias

Es probable que la actuación del Dúo Bolaños Limpios se haya montado apresuradamente, en pocas horas, al saber el Gobierno que Ábalos iba a respaldar como veraces los wasaps de El Mundo. Pero, en todo caso, es evidente que para acudir con esa urgencia y con semejante contundencia, tenía que existir previamente una relación fluida y amistosa de Bolaños y ML. De no ser así, el triministro trimotor del golpismo sanchista corría el peligro de que Bernad lo hubiera denunciado por intentar corromperlos. Y es posible que el argumentario de la denuncia en defensa de la intimidad de Sánchez sea de la Moncloa, porque ni el peor abogado diría tanta sandez.

En primer lugar, la Presidencia del Gobierno no puede separarse de la actuación de la persona que la ocupa. Por ejemplo, se podía estar contra Campechano y a favor de la Corona, a la que manchaba con sus fechorías. Pero ese mismo razonamiento vale para Sánchez. Es el actual presidente el que menoscaba su cargo al comportarse de forma venal, por no decir ilegal. Si estuviera preocupada por la presidencia, Manos Limpias debería haber denunciado a Sánchez, ya que al jurar el cargo prometió guardar y hacer guardar la Constitución y la está corrompiendo y deslegitimando a diario. ¿O es que no degrada el papel de la presidencia del Gobierno los casos de corrupción de su esposa y hermano que ha denunciado Manos Limpias?

En segundo lugar, y reforzando la hipótesis de que Manos Limpias sólo ha alquilado sus siglas a la Moncloa, cuando siguió las palabras de Bolaños ya no había ni sombra del delito, porque Ábalos había reconocido que lo publicado era cierto y que él, uno de los dos dueños del wassapeo, no protestaba por su publicación. De hecho, dijo que les favorecía a ambos. El reciente respaldo de la Audiencia de Madrid a la investigación del juez Peinado, subrayando la "desviación de Poder" de Sánchez en favor de los financiadores de las andanzas académicas y los intereses de Begoña Gómez hacen casi imposible que ningún juez admita a trámite la denuncia de ML.

Pero, en tercer lugar, y para vergüenza de los dirigentes de ML e indignación de los que creían en su capacidad legal y moral, y buena fe, la denuncia la presentaron a la Fiscalía, es decir, a Álvaro García Ortiz, al que también tienen denunciado y hasta le han hecho sentar en el banquillo. A lo mejor también es un gravísimo atentado a la intimidad de Alvarone decir, como ML, que borrar los correos que probaban la difusión ilegal de datos reservados para perjudicar a una rival política, no estaba tan mal. Y que, de hecho, se arrepienten de haberse querellado contra el fiscal y van a hacerlo contra el novio de Ayuso, para hacerse perdonar tantísima crueldad. Pronto veremos si el alquiler es para un trabajo, al estilo de Chicago, o una integración permanente en el sanchismo judicial. A estas alturas, ya da igual.

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