Menú
Agapito Maestre

Desfondamiento de la democracia

El Movimiento 15-M es un símbolo. Quizá sea el primer símbolo de la muerte de un periodo de la política española; en efecto, está agotado el período que va de la Transición hasta hoy.

Aunque al principio los manifestantes hubieran estado manipulados por los socialistas, o por cualquier oportunista del viejo troskismo español, el movimiento de protesta social contra el sistema político ya está en marcha. El Movimiento 15-M existe. Quizá sea sólo un símbolo, dirán los simples de espíritu, pero un símbolo es el comienzo y el final de toda política. Es menester abrir los ojos y no despreciar lo real. Es en el terreno simbólico, precisamente, donde juegan su partido principal quienes se sienten, y de hecho lo están, excluidos del sistema político. Los excluidos siempre han reaccionado, más o menos, como los del 15-M; ante la proscripción y exclusión de la representación política pública, los excluidos se unen y forman asociaciones independientes de todos los manejos institucionales. Y salen a la calle. A lo que salga.

Desconozco cuántos se unirán a las protestas, e incluso soy incapaz de prever si llegarán a ser más de cinco o seis mil personas en toda España; tampoco creo que consigan emular a los resistentes de las plazas de Túnez y el Cairo; pero nada de eso importa ahora. ¡Quién habla de futuro en un país arruinado por la carencia absoluta de alternativas políticas! Los manifestantes de la Puerta del Sol levantan, sencillamente, acta del presente político. Dejan con las vergüenzas al aire al PSOE, porque es incapaz de crear un discurso que ilusione, y a IU la ridiculizan, porque pueden mostrar que ellos reúnen en un rato a más gente, véase los concentrados el domingo en la Puerta de Sol, que los dirigentes comunistas en sus mítines perfectamente pagados por el erario público.

Muchos periodistas se toman a broma las manifestaciones de los indignados españoles, peor para ellos, porque demuestran una gran estulticia. No quieren oír el grito de estos "desarrapados", pero es muy sencillo de verbalizar. Los movimientos sociales primarios, y estamos ante uno muy primario, se expresan, sin duda alguna, torpemente, pero con contundencia. Sí, sí, esta gente dice una cosa muy simple y concreta: "Esto no funciona". "La democracia española está muerta".

El Movimiento 15-M es un símbolo. Quizá sea el primer símbolo de la muerte de un periodo de la política española; en efecto, está agotado el período que va de la Transición hasta hoy. He ahí el momento en que llegará al poder un hombre, un político profesional del institucionalismo democrático, que sólo se emociona viendo a los ciclistas subir el Tourmalé.

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 20 comentarios guardados