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Amando de Miguel

Los que mandan también se equivocan

El principio autoritario es que los que mandan no se equivocan nunca. Pero no rige en muchos aspectos de la vida.

El principio autoritario es que los que mandan no se equivocan nunca. Pero no rige en muchos aspectos de la vida. No se apuren los mandamases. La crítica que se hace aquí intenta ser benévola, pues se refiere a la forma, al uso del idioma.

José Luis García-Valdecantos añade esta perla para las obras completas de Manuel Chaves. En un mitin del partido soltó esta frase: "Nadie puede negar que desde que gobernamos ha subido espectacularmente el nivel de vida de los socialistas andaluces. Perdón, quería decir de todo los andaluces". Freud, Freud. Me recuerda don José Luis que delincuir no lleva diéresis. Es claro, le puse diéresis para destacar la ironía del trabucazo de Chaves. Mal hecho por mi parte. Claro que, por un acto de serendipidad, quizá haya descubierto Chaves una nueva vocación. Es la de los que delincuen o delincüen (con perdón), esto es, los que prosperan de forma fraudulenta sin que sean llamados por la Justicia.

Julio Iglesias de Ussel me remite la carta que la concejala de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Madrid Milagros Hernández envió al director del Teatro Español y que ha publicado El Confidencial. La misiva se encabeza con este título: "Ha donde va el Teatro Español". Confunde en dos ocasiones el porque con el por qué interrogativo. Menudean las ausencias de tildes donde corresponden. En defensa de la concejal revolucionaria se me ocurre que la señora expresa muy bien la degradación general del idioma común. Es decir, se identifica con el pueblo, ahora ciudadanía.

Eduardo Solís-Cuja recoge la cantinela de que el día 22 de septiembre "comienza oficialmente el otoño". La han repetido muchos medios de comunicación. Como si el movimiento oscilatorio del eje de la Tierra obedeciera a una decisión de las autoridades. Ahora andan con lo de que España debería volver al huso del meridiano cero, el de Greenwich (pronúnciase "Grínich"). Esperemos que la Merkel no se lo tome a mal. La mayor ventaja es que no hay que repetir cansinamente lo de "una hora menos en Canarias".

Queda abierta la polémica de si salimos o no de la crisis, si se ve o no la luz al final del túnel. Hombre, todo depende de si el túnel sigue una trayectoria recta o curva o si la crisis significa esto o lo otro. Por ejemplo, es claro que resulta esperanzador el dato de que aumentan las exportaciones españolas. Pero sería mucho mejor que aumentara la suma de las importaciones y las exportaciones. Es fácil de calcular y es un dato mucho más válido, pero nunca nos lo dicen. Todo depende de cómo se defina la crisis. Si suben los precios es bueno para los que venden; si bajan es bueno para los que compran. Permítaseme un dato doméstico. En los últimos cinco años el precio de mi casa (y no tengo otra) se ha reducido a la mitad. Pero en ese lustro se ha duplicado el impuesto que pago por la casa, el infausto IBI. En ese supuesto saldremos de la crisis cuando baje el IBI y suba el precio de mi casa. Ambas condiciones las veo muy lejanas.

Un último trabucazo. En el parte posterior a la operación a la que han sometido al Rey, la doctora leyó con todo el énfasis que don Juan Carlos había "deambulado por la habitación". Lo dijo para darnos ánimos, pero sin percatarse de que deambular es "andar sin rumbo fijo", a trompicones, vaya. Los súbditos no nos hemos quedado muy tranquilos, la verdad.

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