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Amando de Miguel

Rectificación de errores léxicos

"Te envío mi felicitación" queda demasiado soso, impersonal. Resulta más cálido decir "te hago llegar mi felicitación", a pesar del barroquismo. Pero las formas artísticas más españolas son el plateresco y el barroco, Gaudí interesa más que el minimalismo

Son muchos los libertarios dispuestos a detectar el error de haber confundido yo explosionar y explotar. Resumo las intervenciones Explosionar sería un verbo transitivo, y explotar un verbo intransitivo. Es decir, los artificieros "explosionan" un artefacto, provocan su explosión controlada. Ese mismo artefacto "explota" por sí mismo, bien por azar o porque alguien lo dispuso para ese efecto. Francamente la distinción me parece demasiado sutil. Sospecho que se trata de uno de esos caprichos de la jerga militar, la misma que nos hace decir efectivos (en lugar de "tropas"), respeto (= en lugar de "repuesto") o carro (= en lugar de "tanque"). Ya sé que hay diferencias entre los dos términos de esas parejas, pero, repito, demasiado sutiles. Como ocurre con todas las jergas, los nuevos términos sirven sobre todo para que se distingan los enterados de los legos. Más interés tiene la confusión general entre explosión (= liberación brusca y estruendosa de energía) y deflagración (= llamarada sin explosión). Lo peor es el exceso retórico que consiste en hacer creer que una "deflagración" es una "explosión" muy llamativa.

Iñaki Salazar me llama la atención sobre otra sutileza, que "hacer llegar" no es un simple alargamiento de "enviar". Don Iñaki opina que "en el término hacer llegar hay una voluntad de aseguramiento en que la recepción del envío se produzca, mientras que en la expresión envío pudiera entenderse que la acción finaliza en la propia salida de lo enviado". Acepto la sutileza, pero insisto en que la distinción tiene que ver más con la cortesía, con la elección de una forma más suave de comunicación. "Te envío mi felicitación" queda demasiado soso, impersonal. Resulta más cálido decir "te hago llegar mi felicitación", a pesar del barroquismo. Pero las formas artísticas más españolas son el plateresco y el barroco, Gaudí interesa más que el minimalismo. Exagero para convencer.

Antonio Fabregues Quevedo (Barcelona) se ha sorprendido al enterarse de que la céntrica calle Ferrán de Barcelona no se llama así por Fernando el Católico sino por el Rey felón, Fernando VII. Ignoro si eso es así, pero no me cabe en la cabeza que se haya homenajeado al Rey que cerró la Universidad de Cervera, entre otras barbaridades. Para don Antonio la "hazaña" de Fernando VII fue abolir la Constitución de 1812. Fue una victoria pírrica del Rey felón, pues la Pepa ha sido la Constitución española más influyente en todo el mundo, no solo en España, donde, por cierto, prácticamente no llegó a estar vigente. Espero que alguien nos proporcione el auténtico origen de la calle Ferrán.

Jon Lizarribar me corrige mi afirmación de que los franquistas no mataron a los curas nacionalistas vascos. Don Jon me da la lista de 15 curas vascos asesinados por las tropas rebeldes o nacionales. Rectifico el error, aunque, aun así, el número de esas ejecuciones es mucho menor que el de los miles de clérigos asesinados por los republicanos o rojos durante la guerra civil. Definitivamente fue una guerra civil.

Edelio de Miguel Pérez, muy puntilloso él, me dice que cree que el Valle del Tiétar es de la provincia de de Ávila. (Yo lo ponía en Cáceres). En efecto, el río Tiétar nace en Ávila, durante unos primeros kilómetros es la raya entre Ávila y Toledo, pero luego se adentra en Cáceres, donde transcurre la mayor parte de su caudal. En esa cuenca cacereña del Tiétar se dibujan dos comarcas, la Vera y el Valle del Tiétar, que, con el Valle del Jerte o de Plasencia, forman uno de los rincones más hermosos de la península Ibérica. Lo he utilizado como decorado de un par de novelas mías.

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