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David Vinuesa

El Atlético de Simeone nunca se fue

El conjunto rojiblanco demostró ante el Betis que la versión cholista y contundente del equipo sigue vigente.

El conjunto rojiblanco demostró ante el Betis que la versión cholista y contundente del equipo sigue vigente.
El Atlético de Simeone nunca se fue. | EFE

Estaba escondido y por momentos es cierto que dio señales de que no quería volver a aparecer, pero el Atlético de Madrid de Simeone está muy vigente. Hablo por supuesto del Atlético que cierra los ojos para no leer titulares y se tapa los oídos para no escuchar lo que es jugar bien o mal al fútbol. Ese Atlético, si no vuelve a despistarse con lo que quieren que sea para seguir siendo lo que mejor le sienta, tiene muchos años de vigencia, por supuesto con Simeone a la cabeza, y ha vuelto a enseñar la patita sumando tres victorias consecutivas en Liga y un empate con grandes sensaciones ante el Manchester United.

Para un servidor, los partidos fuera de casa ante Betis y Osasuna son una muestra más de los pilares básicos que el cholismo volvió a meter en el ADN del Atlético allá por el año 2011. Un equipo, siempre con jugadores en forma, que muerde en vez de ladrar, defiende de verdad en vez de decir que trabajan para ello y que suma jugadores de trabajo y entrega con otros que tienen quilates en sus botas. A esta fórmula hay que ponerle nombres propios en la actualidad que para mí son Giménez y su regreso al once, la aparición de Reinildo, el buen hacer de Herrera, la entrega de Correa y la calidad de Joao Félix. Ojo, hay mucho más, como por ejemplo la mejoría de Oblak, el papel de Lodi, un adelantado Llorente y lo que aportará Griezmann en su regreso. Eso por decir algunos ejemplos de ello, pero lo más destacado, en mi opinión, es lo que he dicho anteriormente.

No es casualidad que el mejor Atlético del año lo estemos viendo con jugadores que merecen día sí, día también, estar y seguir en el once titular. Estar y seguir, matiz importante. Eso es algo que sí se le puede achacar a Simeone a principio de temporada. Los mejores no estaban de la mejor manera y ahí faltó que el Cholo fuera justo a nivel de rendimiento. Sé que no es fácil para un entrenador sentar a leyendas como Koke o Luis Suárez, pero tampoco se les hace ningún favor forzando máquinas que, de vez en cuando, necesitan descanso y, por qué no decirlo, una colleja en forma de "ese chico de ahí está mejor que tú, espabila". Aún así y como he dicho anteriormente, entiendo que Simeone no haya querido dejar de lado a sus soldados. No es fácil la gestión de un vestuario en un grande y menos con un grupo que te ha hecho campeón de Liga años atrás.

Dentro de esa gestión, que también consiste en filtrar todo lo que viene de fuera, incluyendo lo que dice tu propia afición, el tema Koke tiene muchas aristas que, siendo sincero, califico de muy injustas con el capitán del Atlético. Es cierto que ahora mismo no debe ser titular. De hecho, el propio Koke sabe mejor que nadie qué le está pasando y que no está mostrando su mejor versión, pero eso dista mucha de decir que el Atlético es mejor sin Koke. Eso es mentira. Es mejor sin esta versión de Koke, cierto. Al igual que es mucho peor cuando Koke está a su nivel y no está en el once. Ni mimos ni puñales. Cuando no está bien, se dice y no pasa nada. Cuando lo está, se dice y no pasa nada. Repito, ni mimos ni puñales, porque Koke, como mínimo, se merece ese término medio.

Un término medio que también creo que se debe aplicar con Joao Félix. No es ninguna sorpresa que el Joao Félix que pone toda su calidad al servicio del equipo y le suma además lanzarse al suelo a cortar el balón, presionar y defender, sea titular indiscutible en el Atlético del Cholo. No es ninguna sorpresa. Da la sensación y espero que dure, que por fin se han unido dos intenciones en una sola. Simeone y su intención de dar más minutos a Joao Félix, que es lo único que le podía permitir brillar, y la intención de Joao Félix de justificar esa confianza haciendo todo lo que pide Simeone. Todo. Ambos, dentro de sus lógicos egos, buscan lo mismo. Simeone al mejor Joao Félix y Joao Félix al mejor... pues sí, al mejor Joao Félix que sea la estrella del Atlético de Madrid. Más claro no puede estar. Ahora, si no hay lesiones de por medio y ambos mantienen sus intenciones, se puede iniciar por fin la ascensión definitiva del portugués. Pasó con Griezmann y puede pasar con Joao. Y sí, Antoine en su día pensaba que Simeone era un pesado. Un cansino de manual. Miren ahora cómo se llevan. Porque dos no se mejoran, si uno no quiere, transformando el dicho popular. Joao Félix no mejorará si Simeone no quiere y Joao no mejorará si Joao no quiere. Fin del asunto.

Ahora, ya en puestos Champions y con jugadores como Joao en estado de gracia, el objetivo del Atlético debe ser ganar todas las finales que hay por el camino hasta final de temporada y luego... luego ya se verá qué plan seguir. Eso sí, mantengo lo que he dicho antes. El Atlético de Simeone nunca se fue. Se perdió, sí, pero nunca se fue. Y tuvo que venir a dar el golpe sobre la mesa Gil Marín en una reunión con plantilla y cuerpo técnico. Un golpe que debió llegar antes sinceramente. El que entrena manda, punto. Es la decisión de club. Al que le guste bien. Al que no le guste... bueno, ponen The Batman ahora en los cines. Eso sí, lo que cada día está más claro es que el mejor Atlético siempre aparece cuando cierra los ojos y se tapa los oídos obviando los comentarios sobre lo que es jugar bien o mal al fútbol. El Atlético de Simeone, el de verdad, gana. Como está ganando ahora además. Lo demás, humo.

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