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Enrique Navarro

La responsabilidad histórica del PSOE

¿Están los líderes socialistas tan amedrentados que prefieren el silencio? Se trata de salvar no sólo a España, sino también al propio PSOE. 

¿Están los líderes socialistas tan amedrentados que prefieren el silencio? Se trata de salvar no sólo a España, sino también al propio PSOE. 
Ejecutiva del PSOE | EFE

A todo el mundo le llega un momento en la vida en el que debe ser consciente de a qué debe enfrentarse y ha de tomar partido, sin importar los riesgos ni las consecuencias adversas; simplemente porque es su deber, porque es su momento.

Muchos en la política tratan de evitar asumir este deber por conveniencia, pereza o narcisismo, pero no son éstos los que engrandecen a las naciones y trabajan para los ciudadanos, sino los que sólo sirven a sus intereses.

En los momentos en los que el Partido Socialista tomó las armas para defender sus ideas, los más significativos representantes del gobierno lo tenían claro:

"Estoy haciendo la guerra por España y para España. Por su grandeza y para su grandeza. Se equivocan gravemente los que otra cosa supongan. No hay más que una nación: ¡España! No se puede consentir esta sorda y persistente campaña separatista, y tiene que ser cortada de raíz. El que se oponga a la política de unidad nacional debe ser cesado de su puesto fulminantemente. Antes de consentir campañas nacionalistas que nos lleven a desmembraciones, que de ningún modo admito, cedería el paso a Franco sin otra condición de la que se desprendiese de alemanes e italianos. En punto a la integridad de España soy irreductible y la defenderé de los de afuera y de los de adentro. Mi posición es absoluta y no consiente disminución". Juan Negrín.

"Yo nunca he sido patriotero. Pero ante estas cosas me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos o quien fuere. Pero esos hombres son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco. Y mientras, venga poderes, dinero y más dinero". Manuel Azaña.

El presidente no puede seguir engañándonos a todos; no puede enmerdar a España en una negociación con los independentistas catalanes simplemente para poder sacar el segundo libro: "Cómo liquidé España sin despeinarme antes de tener que convocar elecciones".

No va a ser Podemos, el aliado del sátrapa Maduro, deseoso de ver como la desolación y la ruina se extiende por nuestro país para el saqueo de nuestra economía y la demolición de nuestras tradiciones quien derribe a Pedro Sánchez. Ni tampoco Torra ni Junqueras, que son capaces de sacarle a Sánchez un mediador nacional, que podría ser, digo yo, la ministra de justicia que es la notaria mayor del reino; ¡Pues que vaya y certifique!, o es qué vamos a preferir a Otegui o a Jordi Évole, total ya han compartido mesa y mantel, o vamos a redimir a Xavier Domenech.

El PP y Ciudadanos no disponen de suficientes votos para llevarnos a unas elecciones generales que determinen si este ejercicio de onanismo político que dirige Sánchez debe ser el que continúe en la Moncloa.

Así que sólo nos queda mirar al Partido Socialista, el único sostén que tiene Pedro Sánchez para continuar con sus desvaríos. ¿Tanto ha cambiado el Partido Socialista para ignorar hacia dónde nos conduce este camino de servidumbre? ¿Están sus lideres tan amedrentados que prefieren el silencio, antes que la denuncia? Se trata de salvar no sólo a España, lo que ya sería motivo suficiente, sino al propio Partido Socialista.

No hay política social, ni agenda de cambio, ni regeneración, sin mantener la unidad nacional y la legitimidad y autoridad del estado frente a todos los españoles, quieran serlo o no. No hay mayor corrupción política que utilizar el poder para deshacer los pilares de nuestro estado. No hay justificación para continuar esta rendición frente a quienes quieren imponer sus ideas a la mayoría.

¿Se va a poner el PSOE del lado de la minoría secesionista para mantenerse en el poder unos meses más? ¿Cree que el pueblo español va a admitir semejante claudicación y le va a premiar con el gobierno de España por primera vez en los últimos diez años?

Si quienes pueden detener esta deriva no hacen nada para impedirlo tendrán una responsabilidad con España y ante la historia; no hay excusas para no actuar y devolver la racionalidad a la vida política española. Si el PSOE va a dejar la defensa de la unidad española en manos de la derecha, ¿Qué le queda? Sánchez en lugar de dejar enterrado a Franco lo está resucitando y ésta es una mala noticia para todos. Si abandona la lucha por la igualdad de todos los españoles ¿Qué utilidad tiene un partido socialdemócrata? Si considera que continuar en el gobierno unos meses justifica esta política, ¿Cómo va luego a pretender presentar mensajes diferentes en otras regiones de España desmarcándose de Pedro Sánchez? Nadie se va a creer que no existe complicidad si no hay una acción inmediata para parar los pies a Pedro Sánchez y devolvernos a los españoles el poder de decidir qué queremos hacer con España; es el primer presidente que no ha ganado con un programa de gobierno en las cortes, así que no tiene legitimidad para propugnar cambios basado solo en que no existe una mayoría para apartarlo del poder. Ni siquiera discuto que el presidente legalmente pudiera llevar adelante esta operación, pero que seamos los españoles los que elijamos al gobierno que pretende cambiar la historia de España con un programa basado en tan indignos objetivos. Y que sea su partido al que garantizó que nunca haría lo que está haciendo quién le refrende o no.

Creo sinceramente que Sánchez sabe que no cuenta con el apoyo de la militancia a la que ignora cuando le viene en gana para colocar a su entrenador de baloncesto, una prueba más del desprecio que siente hacia su propio partido, y que son muchos en el PSOE los que ven atemorizados como el presidente arruina a un partido centenario simplemente por que lo dice su "Manual de resistencia", y las voces se harán más fuertes cada día que pase. Las tensiones en el grupo parlamentario ya son públicas y notorias y los que deben enfrentarse a las elecciones en mayo saben que el principal escollo para obtener unos resultados aceptables habita en la Moncloa. Para salvar al PSOE, como pilar de la nación, a las políticas sociales de las que dependen tantos españoles; y a España, Sánchez debe ser depuesto democráticamente y el tiempo corre en contra de los dos.

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