CATOLICISMO Y LIBRE MERCADO
Superando el distributismo
La gente decente de todos los países del mundo se alegró de la caída del Muro de Berlín y del colapso del imperio soviético. La planificación centraliza había quedado totalmente desacreditada y el capitalismo había triunfado sin ningún genero de dudas. Sin embargo, los enemigos del mercado seguían insistiendo en que el capitalismo no era la auténtica alternativa real: aunque el socialismo había fracasado, el mercado tenía sus propios problemas.