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Maite Pagazaurtundúa

La obscenidad de Monedero

Es demasiado obsceno que Monedero hable de la 'kale borroka' para manchar a un disidente político venezolano.

Es demasiado obsceno que Monedero hable de la 'kale borroka' para manchar a un disidente político venezolano.
Cordon Press

La banal brutalidad de las palabras escritas por Juan Carlos Monedero en su blog sobre Leopoldo López activa la memoria más difícil de la persecución que sufrimos durante años los ciudadanos que no nos sometíamos al nacionalismo obligatorio. Monedero cita, incluso, la kale borroka.

El cofundador de Podemos compara a Leopoldo López con los dirigentes batasunos y etarras que utilizaron la violencia callejera, conocida como kale borroka. Es aberrante que se atreva a realizar la comparación, cuando él ha apoyado y obtenido importantes ingresos de un régimen que acoge a 75 terroristas de ETA. Él, referente del partido que suele calificar de presos políticos a los terroristas de ETA que cumplen condenas tras un juicio con todas las garantías. Él, que obvia el hecho de que entre esos 75 terroristas que acoge Venezuela se encuentran varios asesinos múltiples que no han respondido por sus crímenes ante la justicia española.

Viví con escolta policial durante trece años. Varios amigos queridos y mi hermano fueron asesinados por reivindicar la ley y la libertad en el País Vasco. Conozco a decenas de familias que abandonaron el País Vasco, como nosotros terminamos haciendo, por la mezcla de persecución y asco al comprobar que no se deja de reivindicar a los asesinos como héroes. Conozco jóvenes que cuando eran niños o menores de edad fueron vejados y golpeados por ser hijos de sus padres. Conocí decenas de niños que tuvieron que negar quiénes eran sus padres, porque eran policías, para evitar el acoso escolar e intentar dificultar el asesinato de sus queridos familiares. No siempre consiguieron evitarlo.

La difícil memoria de la persecución se agolpa en mi cabeza desde Bruselas. ¿Cómo se puede tener tanta desvergüenza política y humana como Monedero?

El encierro de Leopoldo López es el rostro más claro de un régimen populista que se mueve hacia el totalitarismo. Los tentáculos del régimen son muy largos. En la más pura tradición soviética, se le atribuyeron 43 muertes provocadas por los disturbios en una manifestación convocada por su partido, que a todas luces podrían ser consecuencia de la represión del propio Gobierno venezolano.

La ONU recomendó su liberación inmediata. Se le ha condenado sin las debidas garantías, y las autoridades aplicaron medidas que han escandalizado internacionalmente. El poder del Ejecutivo se impone sin cortapisas. El pluralismo y las libertades, empezando por la fundamental libertad de prensa, no existen.

Una de las pruebas más irrefutables de que Venezuela es una dictadura es el trato dado durante años a la oposición democrática que pretende constituir una alternativa a su Gobierno populista. Buscan debilitar a la oposición democrática, por miedo a que pueda vencer en las urnas. Estos sí son realmente presos políticos. Hay presos políticos en Venezuela, sí. López lo es.

Es demasiado obsceno nombrar la soga en casa del ahorcado. Es demasiado obsceno que Monedero hable de la kale borroka para manchar a un disidente político venezolano.


Maite Pagazaurtundúa, europarlamentaria de UPyD.

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