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Zoé Valdés

"Santa Isabel de Madrid, querida…"

Cuánta humanidad, cuánta verdad desplegó esta mujer plena de ideas y valentía.

Cuánta humanidad, cuánta verdad desplegó esta mujer plena de ideas y valentía.
Isabel Díaz Ayuso, en 'El Hormiguero'. | Imagen de TV

Existen dos Dioses (con mayúsculas) de la canción popular en Cuba mundialmente conocidos, Celia Cruz y Benny Moré. Benny Moré tiene una canción muy hermosa y movida, un son dedicado a su ciudad natal: Santa Isabel de las Lajas. La canción dice así: "Santa Isabel de las Lajas, querida, Santa Isabel, tuturutú, turututú… Lajas, mi rincón querido, tierra donde yo nací…", y en ese tono sigue in crescendo en un delirium tremens muy adecuado con la época.


Mientras veía en El Hormiguero a la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no podía apartar el estribillo de la canción de mi mente. Hay que felicitar a Pablo Motos por esa estupenda entrevista, pero sobre todo debemos agradecer a Isabel Díaz Ayuso por entregarnos su sinceridad a través de la Caja Tonta que Eructa (la televisión).

Cuánta humanidad, cuánta verdad desplegó esta mujer plena de ideas y valentía. Pero lo que más llamó mi atención es su naturalidad mezclada con una simpatía poco propia de los políticos actuales, y sí muy afín a una persona que siente una seguridad interior sumamente valiosa. Ella sabe lo que anhela para los madrileños y para los españoles porque es madrileña y española, pero sobre todo porque ella sabe quién es. No tiene duda alguna de su fuerza, aunque dude a veces de cómo ponerla en práctica. Las dudas a veces son más saludables que algunas certezas, las dudas son un impulso bastante valedero a la hora de afianzarse en un criterio justo.

He tratado en varias ocasiones de entrevistar a Isabel Díaz Ayuso para ZoePost.com, desdichadamente no lo he logrado por las vías que he usado, o sea, por las que me han presentado; pero al fin he quedado muy satisfecha al verla en El Hormiguero hablar de lo humano y lo divino con esa divinidad oculta tan reafirmada de quien es realmente humano.

Hay un nivel de pensamiento del que ha estudiado, del que ha pasado noches de desvelo leyendo y asimilando, que se nota al instante sin que siquiera cite una frase culta de algún intelectual de moda. ¿Saben en que se nota? En su nivel de inteligencia, en su fineza, elegancia, solidez y consistencia. Todo eso reúne Isabel Díaz Ayuso. Lo que hubiera dado yo por haber estado en el puesto de Pablo Motos, reitero que ha sido de sus entrevistas la que más me ha gustado, y en la que más la he sentido cercana a lo que pedimos los ciudadanos: ideas y humanidad.

Quedé además muy sorprendida de la cultura musical que posee Isabel Díaz Ayuso, con un solo toque o golpe de ritmo podía adivinar la canción o la melodía. Alcancé a observar cómo se divertía y cómo incluso movía su cabeza y su torso de forma libre y desinhibida, sin desaguacatarse por completo, afortunadamente. ¡Y cómo hablaba con Las Hormigas (marionetas), como reales viejas compañeras de estudio! Absolutamente extraordinario. Lo que prueba que Isabel Díaz Ayuso posee un sabor, un qué sé yo y un qué sé cuánto, como decimos los cubanos, incomparable por refinado y posible, cercano, preciso y educado.

Su diálogo político con el entrevistador ocurrió en el mismo tono, sin ceder a la impaciencia, cada palabra que parecía soltada desde el impulso, repasándola al día siguiente nos damos cuenta de que su discurso es hilado como un tapiz del siglo XVII, cada hilo sigue el color necesario, el que ella defiende con su vida, porque es lo que ella ha vivido sin heredar nada de nadie, más que de la instrucción misma y de la cultura española.

Sólo me quedaría recomendarle alguna música cubana, ojalá podamos hablar de eso en algún momento, en el sitio que sea, en el bar de los bajos de su casa, o en el bar de los bajos de la mía, o entrevista mediante. Aunque en Madrid preferiblemente. Y, claro, me encantaría que oyera, si lee este artículo, a ese Dios de voz de ébano, al Benny Moré, especialmente su son "Santa Isabel de las Lajas querida…". Porque desde ayer para mí Isabel Díaz Ayuso es "Santa Isabel de Madrid querido, o querida", ella también, porque nunca una ciudad ha representado tanto a una mujer y una mujer la ha honrado tanto. Gracias a Pablo Motos y a Isabel Díaz Ayuso, que son ambos Madrid. Y España, tierra que me hizo un ser ciudadano libre después de mi exilio forzoso.

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